68 (Adolfo R. Gorosito, noviembre 2019) – Emilio Novas fue periodista que incursionó en Periodismo escrito, Radio, Televisión. Auténtico trabajador de la palabra, gran amigo personal a quien considero mi maestro. La siguiente es una de sus sabrosas y certeras crónicas (escrita en 1984) en cuanto al teme dominante del momento: En nuestro país se repiten situaciones parecidas… ¿o no?.: “Al que se mufa se le receta “¡No hagás tango, viejo!”. A los profetas del cataclismo alguien advierte; “No te copés tanto que se te revienta la croqueta”. La “pálida” es la mishiadura de antes, el amargo jugo de la crisis. Tocos” y “vagones de guita” aluden a la ristra de ceros a la derecha. “Voy a comprar verdes” y el “bicicleteo” están de moda”. Abundan expresiones vegetales como “palo” “palitos” , “palenques”, ‘”garrotes” y “palos verdes”. Las formas más modernas del lenguaje callejero son ilimitadas. La crisis ha creado un folklore idiomático. Mezcla de vocablos nuevos y antiguos, académicos y lunfardos. Un Carlos de la Púa, un “Yacaré” o un Celedonio Flores dedicaría versos “rantes” a la pálida asfixiante. Ese enorme poeta y escritor que fue Alvaro Yunque se refirió a un dramático suceso: “Lo apodaban Taleraso./ Su amante, la Malasuerte, / le salió una noche al paso / y se lo llevó la muerte. / Lo pinchó de atrás un coso, / tal vez por una fulana, / – tan corajudo y buen mozo – / ya frío lo encontró la cana. / Fue el fin de un pesau sin chucho / y que de taita hacía alarde. / Para él todo hombre era un pucho… / ¡y lo liquidó un cobarde!”.