39 (Adolfo R. Gorosito, 2020) – Adhiero con fe y decisión al plan de defensa frente al drama que nos ha presentado el Corona Virus (COVID-19) que nos impone esta situación de emergencia. Deseo de todo corazón que todos seamos responsables en el fraternal intento de preservación. Sintetizaré sobre lo dicho por el Dr. Roberto Federico Ré (Psiquiatra, autor del libro “Nuestra Salud Mental”): – “El hombre es caduco y mortal, también antropos. Es mortal, pero busca elevarse, desea vivir en los auténticos valores, persigue hacer el bien, anhela la trascendencia”, y busca la comunión espiritual con Dios. Espiritualidad es cultivo de los valores del espíritu humano, y auténtica aspiración a unirse a imagen y semejanza de Dios. Es cualidad sanadora, porque une al hombre con el Dios saludable. La espiritualidad cristiana conforma con Jesús, modelo de la humanidad. Es sanadora porque vincula en una comunidad que recibe, acompaña, educa y contiene. La espiritualidad es preventiva porque demanda perdón, paz, valores íntimos. Es terapéutica porque solidariza con las necesidades de los hermanos”. Desde el plano de aprendiz de todo y en todo momento deduzco entonces que espiritualidad tiene mucho que ver con otro sentimiento enaltecedor: la solidaridad. Estos valores van de la mano, como se dice vulgarmente. Este “ir de la mano” ilustra lo que intentamos expresar, porque todos en algún momento hemos recibido el beneficio de la solidaridad aún sin buscarlo, porque hay hombres y mujeres con sincero sentido espiritual. Cuando ese rasgo de espontaneidad es fruto de un impulso generoso y espontáneo, logra el resultado lógico de nuestra profunda emoción.