54 Por Juan Pablo Novo * La concepción de salud tiende a ser “básculocéntrica”, cualquier intervención nutricional o de entrenamiento se reduce en torno al número que la balanza arroje. Por eso es tan frecuentes escuchar en consultorios, centros de salud y gimnasios preguntas como: ¿Y yo cuánto tengo que pesar para estar bien? ¿Cuántos kilos me faltan bajar para alcanzar mi peso ideal? ¿Qué porcentaje de graso tengo? ¿Hasta cuánto músculo puedo tener? Diversos componentes configuran el peso corporal, entre los que podemos diferenciar aquellos determinados por la genética -por ejemplo, nuestra estructura ósea-, y otros que pueden modificarse -los kilos de grasa y músculo-, trabajando variables como la nutrición, ejercicio y recuperación, entre otras. Cabe destacar que resulta imprescindible valorar en consulta parámetros de composición corporal y obtener datos, utilizándolos en crudos o construyendo indicadores e índices que permitan profundizar sobre la evaluación nutricional. Tanto los niveles de grasa corporal como los de masa muscular deben oscilar en parámetros saludables, dado que al ser componentes de nuestra composición corporal deben guardar una relación equilibrada entre ellos, dando lugar al desarrollo de sus diferentes funciones. ¿Y por qué es tan importante tener buenos valores de masa muscular? Porque el músculo produce la fuerza para movernos y también tiene un rol protagónico en otras situaciones. Un deterioro de la masa muscular predispone a ciertas condiciones metabólicas perjudiciales para la salud como insulinorresistencia, diabetes tipo2, insuficiencia cardíaca y algunos tipos de cánceres que logran que la persona envejezca más rápidamente. Por lo tanto, si la intención es transitar el camino hacia una vida saludable, más allá de buenas prácticas alimentarias, manejo del stress, descanso y ejercicio cardiovascular hay que poner a los músculos en estado. En una consulta con un licenciado en nutrición es muy importante que se realice una evaluación completa del estado nutricional, pudiendo establecer al inicio de la intervención, la medición del componente muscular, entre otras mediciones iniciales y programar a partir de ello, un plan alimentario ajustado a las necesidades particulares. (*) Licenciado en Nutrición – MP N°3487. Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires