73 (Adolfo R. Gorosito, junio 2021) – Según interpreto la Narrativa es saludable ejercicio intelectual. Pero sostengo que desde la Narrativa se puede ejercer el periodismo, si el autor demuestra interés por lo que ocurre en su medio o en su país, alude a pensamientos y conclusiones de quienes saben más y dan testimonio del tiempo en que se vive. El periodista suele preguntarse si está a la altura de las circunstancias, y hasta llega a dudar de sí mismo. Entonces lo inunda una sensación de duda y autocrítica. Deseo interpretar – aunque sea parcialmente – lo que escribió el poeta portugués Fernando Pesoa (1888-1935): – “No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. Aparte de esto tengo en mí todos los sueños del mundo. Frente al universo no existo, soy un granito que ni siquiera cuenta como granito y sin embargo llevo todo los sueños conmigo, sé lo que quiero, sé lo que quiero dar”. Es duro y amargo este pensamiento que surge de una figura preclara, que ha dejado su notable huella en la literatura universal. Pero adhiero a las últimas líneas, donde expresa “Sé lo que quiero, sé lo que quiero dar”. Creo ser coherente con lo que fui y soy como componente dinámico de nuestra comunidad: aportando domingo a domingo mi granito de arena, “aunque no cuente como granito”, según Fernando Pesoa, y en lo que pueda hacer en mi condición de autodidacta. Mis notas de 25 líneas o menos significan modesto logro de síntesis que dedico a lo que ocurre y preocupa a la mayoría. Es otra instancia que otorga mi responsabilidad de periodista y narrador, en torno al 7 de junio, “Día del Periodista”.