90 Comprar un auto no es una decisión que ocurre de un día para el otro. Se requiere de un tiempo determinado para pensar y evaluar opciones, ofertas y formas de pago. Es un compromiso de vida que dependerá de exhaustivos esfuerzos y más en un país con presiones tributarias como Argentina. Como respuesta a las complicaciones del mercado, un nuevo concepto ha surgido desde las entrañas del capitalismo y sus microcapilaridades. Una definición que ha existido ya por un tiempo pero que con las crisis de la pospandemia, se logró postular como una tendencia creciente en muchos países. Estamos hablando de la palabra seminuevo. Un auto seminuevo es usado, pero que cuenta con algunas características particulares que desarrollaremos más adelante. Antes de continuar, recuerda revisar toda la documentación. Verifica con portal como carVertical el VIN, para obtener el historial del automóvil. Y que un mecánico verifique el acondicionamiento interior y exterior del mismo. Así podrás contar con un servicio casi a estreno y por menos dinero. Para ser considerado seminuevo, el vehículo en cuestión no debe haber superado los 25 mil kilómetros ni una antigüedad de 2 años. ¿Por qué se distinguen del resto de los usados? Fundamentalmente porque todavía cuentan con la garantía del fabricante. Esta misma sirve y funciona hasta los 60 mil kilómetros o 3 años de antigüedad. Es por eso que con un seminuevo contarás con algunos beneficios de seguridad y contrato que con otros no podrías. Más allá del kilometraje o la antigüedad, en los usados es mucho más evidente el desgaste en la totalidad del auto. Muchas marcas mundialmente conocidas, como Volkswagen, Chevrolet o Kia, cuentan con concesionarias especializadas en la compra y venta de seminuevos. Desde el punto de vista económico, un auto pierde cerca del 20% de su valor inicial, una vez que sale de la concesionaria. Cuando sucede esto, ya se lo considera como un seminuevo. Esa baja de precio continúa, dependiendo de los años que pasen y los kilómetros recorridos. Hay una serie de normas no escritas que promulgan todo este reglamento comercial. Aún así, en Argentina estas normas tienden a tergiversar. El precio de los autos usados es muy subjetivo y la especulación en torno al dólar infla los precios de todos los autos. Es por eso mismo, que dentro del complicado margen, el seminuevo aparece como una rápida y eficaz escapatoria si estás buscando adquirir un vehículo. Con el seminuevo tendrás algunos detalles a favor. El mantenimiento planificado que suelen pedir las concesionarias oficiales, mantendrá al auto en forma, casi al igual que un 0Km. Las diferencias son mínimas. Es mucho más duradero que un usado común y corriente; y al mismo tiempo la renovación de matrículas es mucho más barata que un nuevo. Vender y comprar en Argentina, es una situación cada vez más engorrosa. Pero por suerte surgió un mercado paralelo de seminuevos que responde ante la creciente demanda.