111 (Adolfo R. Gorosito, noviembre 2022) – Llegamos a noviembre de 2022. Usted podrá decir que todos disponemos de algún almanaque en casa. Tiene razón, pero será bueno tener una apreciación general, aunque no lleguemos al análisis exhaustivo. Seguramente los grandes problemas que se extienden sobre la población de nuestro querido país forman amplio y pesado manto oscuro en el ánimo general. Desde el primer “vistazo” – como decimos comúnmente – destacan la inseguridad que la delincuencia nos depara y la espiral inflacionaria que a todos o casi todos nos afecta seriamente, especialmente a los de menos recursos, por lógicas razones de entradas y salidas en el balance de cada día para poder vivir con dignidad. Noviembre comienza con el peso extra de las paritarias intentando igualarle a la inflación, con altibajos que van desde las pretensiones justas hasta la imposición de condiciones de parte de las agremiaciones más poderosas. El sector agropecuario soportó el regalo no deseado de una prolongada sequía, seguida por la lluvia reciente, beneficiosa pero tardía para lograr lo mejor en el rendimiento de la próxima cosecha fina. . Una empresa estadística dio a conocer un dato preocupante: alto porcentaje de amistades afectadas por la grieta que provocan las diferencias de opiniones políticas. Tal vez si prestamos atención a esta realidad contribuiríamos a pensar más en las posibilidades de estabilización, y hasta compartir el optimismo por un futuro mejor para todos los argentinos.