124 (Adolfo R. Gorosito, 2023) – El anciano despertó sobresaltado. Un y no encontraba explicación. Se siente bien, piensa, proyecta, y desea vivir con dignidad desagradable sueño lo había perturbado hasta el lógico desenlace vital. Se siente seguro de sí mismo y cree que su conducta significa algo en positivo para muchos más ¿Qué ha ocurrido entonces? “Soné que viajaba en tren en lugar desconocido, que llegó a una miserable estación perdida en medio de la inmensa llanura cuando la oscuridad se estiraba en perezoso retraimiento. Bajé e intenté conocer a gente del lugar, pero la soledad era abrumadora. El desconcierto hizo presa de mí. No advertí que el tren había reanudado la marcha y el silbato de la locomotora se expandía en agorera despedida. En reacción maquinal comencé a caminar entre los rieles, aunque supe de inmediato que jamás lo alcanzaría. El frío me estremecía. Llegué a otra estación más pequeña que la anterior. En el marco de la desvencijada puerta apareció un hombre en desconfiada actitud. No supe explicarle de dónde procedía ni hacia dónde iba. Entonces decidí reanudar la caminata, pese al frío, pero… ¡Oh sorpresa!… ya no estaban los rieles que hasta momentos antes brillaban bajo plateada luz de luna llena”. ¿Será premonición? ¿No estarán anunciando algo los recientes olvidos hasta de las cosas más triviales? Como es de imaginar, el mal sueño navegó en la mente del anciano durante todo el día o tal vez durante más tiempo, sin encontrar explicación.