167 (Adolfo R. Gorosito, junio/2024) – Se ha celebrado recientemente el “Día de la Bandera Nacional” en homenaje a su creador el General Manuel Belgrano fallecido el 20 de junio de 1820 a los 50 años de edad. Día de recuerdo y reafirmación de buenos propósitos para la ciudadanía. Más aún, cada 20 de junio los argentinos tenemos la oportunidad de expresar nuestros sentimientos al amparo de la celeste y blanca. En mi imaginario cofre de recuerdos acaricio el acto de juramento de fidelidad a la bandera nacional, que en mi caso cumplí con sano orgullo el 20 de junio de 1952, cuando cumplía el periodo de servicio militar obligatorio. Es hondamente significativa cada ceremonia similar, incluido el compromiso de fidelidad que expresan los contingentes de alumnos de escuelas a lo largo y ancho del país. Como triste contraste en estos días se repite por televisión un anuncio comercial aprovechando las estrofas de “Aurora”, canción a la bandera. Me parece irreverente e indigna la intención publicitaria, para exaltar las virtudes de una bebida alcohólica, tan ajena moralmente al significado esencial de “Alta en el cielo un águila guerrera / audaz se eleva en vuelo triunfal, / azul un ala del color del cielo, / azul un ala del color del mar”.