8 (Adolfo R. Gorosito, Agosto/septiembre 2024 – A quienes sumamos más años de vida y disponemos de un amplio panorama en la consideración del tiempo pasado, nos preocupan los datos que causan alarma y tristeza. Resulta insuficiente la herencia de buenos propósitos que dejamos a criterio de los jóvenes, y el endurecimiento de situaciones de riesgo lo demuestra. Las estadísticas indican que cada vez más jóvenes afrontan inconvenientes que les impiden completar sus estudios. Otras estadísticas nos hablan de incremento en cuanto a delitos y violencia, a tal punto que en diversos sectores de la sociedad se clama por cambios más severos en cuanto a inimputabilidad en relación a la edad del protagonista en crisis. Se calcula que los chicos que terminan la primaria han visto al menos 10.000 actos de violencia en cine y televisión. Quienes éramos niños hace varias décadas también teníamos a nuestros héroes de época. Pero eran más definidos los perfiles de esos héroes que procuraban orientar al mundo recurriendo a la violencia inevitable desde la revista de aventuras o desde el celuloide, siempre teniendo a la justicia como norte. Se habla con mayor frecuencia de la participación de adolescentes en actos de violencia y muerte, demostrativa de un claro desprecio por la vida propia y ajena. El tema invita al estudio de situación, para que sean cada vez más los menores de edad que piensen en el futuro cimentado en el estudio, el trabajo y el respeto a la sociedad, factores ineludibles que se asocian a la idea de terreno propicio para la realización individual y colectiva.