71 (Adolfo R. Gorosito, septiembre 2024) – En agosto del año en curso falleció en Francia el actor Alain Delón a los 88 años de edad. Se inició en su carrera cinematográfica siendo muy joven, merced a su varonil belleza y prestancia singular, detalles físicos a los que pronto sumó su talento y atinada percepción de la vida en sus favores y adversidades. Así se explica el éxito y su brillante trayectoria, que lo convirtieron en un auténtico mito en vida. Sin embargo algunas de sus actitudes dieron pábulo a las críticas de la prensa especializada que percibió altibajos en su desempeño en sociedad. El dispar temperamento en su trato con sus tres hijos (dos varones, una mujer) se sumó a sus motivos ingratos. Lo que expresó en cierta entrevista con el periodismo parece confirmarlo: -“Les digo a mis hijos que estoy preparado para dejar este mundo. La vejez es una etapa irreversible, y hasta en los menores detalles lo demuestra. Cuando me levanto para iniciar el día rebrotan los dolores, algunos sorpresivos, que ya no me abandonan. Prefiero estar solo con mis pensamientos y esto ocurre con creciente frecuencia. No encuentro mayor satisfacción en el trato con la gente, y creo que nada puedo agregar para coronar mi existencia”. Más o menos así se expresó Alain Delon, verdad y mito cinematográfico, de frente al final. Ejerció pleno derecho a exteriorizar su pensamiento, pero personalmente opino – lejos de la posibilidad de ser un mito – que la vida es una sola y reclama respeto y comprensión .