El agua avanza sin piedad por las calles de Bahía Blanca. Barrios enteros anegados, familias que lo han perdido todo y un dolor difícil de poner en palabras. Sus habitantes lloran, pero no están solos.
Cuando la naturaleza golpea, la solidaridad responde. Ciudades enteras se pusieron al hombro la tarea de ayudar, de tender una mano, de abrazar a la distancia. Y Adolfo Gonzales Chaves no se quedó afuera. Con el corazón en cada acción, con la empatía como bandera, dijo presente en este difícil momento.
La campaña “Todos por Bahía Blanca” ha sido un ejemplo de amor y compromiso. Desde el amanecer hasta la caída del sol, cientos de vecinos se unieron en un solo gesto de solidaridad. Entre ellos, un nombre resuena con fuerza: Isaías “isa” Sasiain, un hombre que siempre está donde se lo necesita, que tiende su mano sin preguntar, que convierte cada acción en esperanza.
“Bueno gente, nos encontramos en el cierre de la jornada de hoy. La verdad que realmente ha sido más que satisfactorio todo lo que la gente nos ha acompañado. Por hoy damos por finalizado, pero mañana seguimos recibiendo donaciones en el cuartel de Bomberos Voluntarios”, expresó Isaías, emocionado por la respuesta de la comunidad.
El espíritu solidario de Chaves se reflejó en cada caja de donaciones, en cada botella de agua, en cada paquete de alimentos. “Lo que más nos está haciendo falta ahora son artículos de limpieza, lavandina, agua y alimentos no perecederos”, agregó.
Juan Manso, representando a la Liga de Comercio, se sumó al agradecimiento: “Tenemos una ciudadanía que está siempre al pie del cañón. Agradezco a cada persona que aportó su granito de arena. Lo que hoy logramos es fruto del esfuerzo de todos”.
Carlos “Carlitos” Caprile, Jefe de Bomberos Voluntarios, destacó el trabajo incansable de su equipo: “Mis respetos a todos los bomberos que desde las 8 de la mañana no han parado. Son el reflejo de lo que significa la palabra servicio. Y también agradecer a la comunidad, a los transportistas que donaron gasolina, a quienes colaboraron de una u otra manera”.
El reconocimiento también fue para quienes, desde el silencio y la entrega, hacen posible que esta ayuda llegue a destino: los Bomberos Voluntarios. Desde la mañana hasta el anochecer, sin descanso, con el alma puesta en la tarea, se ocuparon de clasificar, organizar y preparar cada insumo para su envío. Junto a ellos, un grupo de vecinos también se sumó, seleccionando y acomodando donaciones, tendiendo su mano para que cada aporte llegue en las mejores condiciones a quienes lo necesitan.
El espíritu solidario sigue en marcha. Este domingo, de 15 a 17.30 horas, se seguirán recibiendo donaciones en el cuartel. Si las condiciones lo permiten, los dos camiones junto a una camioneta partirán rumbo a Bahía Blanca con la ayuda recolectada.
Bahía Blanca sufre, pero no está sola. Porque en cada lágrima hay un abrazo, en cada necesidad, una respuesta, y en cada corazón, la promesa de que juntos, siempre, es posible salir adelante.
