33 (Adolfo R. Gorosito, abril 2019. Contacto: argorosito@eternet.cc) – Es bueno estar atentos a lo que ocurre en nuestra comunidad, como aporte a la opinión constructiva. Exponemos tres casos: Es importante hacer llegar las inquietudes a quienes por sus funciones les corresponda, pero sin eludir la propia porción de responsabilidad. JUEGOS PARA NIÑOS – Nunca antes en nuestra ciudad se había dispuesto de tantos lugares de esparcimiento para la “gente menuda”, como se decía antes. Por desgaste, uso erróneo o abusivo o como resultado de estúpidas bromas, algunos implementos de ejercitación de destreza instalados en espacios abiertos muestran signos de deterioro. Ese deterioro crea situaciones de peligro para los niños concurrentes. Por ejemplo el desgaste del suelo se puede observar junto a las calesitas, las hamacas, toboganes, etcétera. Esos desniveles hacen más difícil el acceso de los niños y crean peligro. CICLISTAS A CONTRAMANO – Los ciclistas que transitan a contramano ponen en peligro sus vidas e integridad, y también provocan problemas a los conductores de vehículos automotores, sobre todo cuando ya no se cuenta con la claridad del día. Las bicicletas no están dotadas de equipo de iluminación, detalle que se tiene en cuenta en las ciudades. Se suele afirmar que la circulación de ciclistas a contramano no tiene solución. Eso ocurre entre nosotros, pero no en otras localidades. CABALGATAS EN LA PLANTA URBANA – Que se practique equitación en espacios preparados para la actividad es correcto, y elogiable si se trata de trabajos “de a caballo”. Pero no cuando las cabalgatas se realizan en la planta urbana (¡Hasta en calles céntricas!), durante el día o al anochecer, por la calzada, las veredas y hasta en la plaza. Ocurre con cierta frecuencia. Es real el peligro para los automovilistas, los peatones y los mismos protagonistas. Problemas que tienen solución, pero no son detalles menores.