0 Albertina Orono tiene 40 años, es docente de nivel secundario, mamá de Nerina y desde hace algunos años ocupa una banca en el Concejo Deliberante. Ingresó a la política a través de Unión por la Patria, y hoy representa a Fuerza Patria, espacio con el que vuelve a postularse en estas elecciones, ocupando el tercer lugar de la lista por De la Garma. Su decisión de continuar en la vida política está atravesada por una convicción clara: “Contribuir a mejorar la calidad de vida de los vecinos y ser la voz de quienes no la tienen”. Trayectoria y compromiso social Más allá de su rol como docente, Orono siempre estuvo vinculada a la vida institucional y comunitaria de De la Garma. Integró centros de estudiantes, cooperadoras escolares —desde el jardín de infantes hasta la secundaria— y comisiones de clubes como el Atlético Agrario. En la actualidad forma parte de la Asociación Civil Amigos del Cuartel. Ese contacto permanente con la gente, asegura, le permitió comprender de primera mano las problemáticas locales. “En una comunidad chica, te encontrás con el vecino en la panadería, en la carnicería o en la plaza, y ahí aparecen las inquietudes. Vivir y estar en el territorio te da otra perspectiva”, sostiene. Ejes de gestión y desafíos Orono identifica tres grandes demandas que la sociedad plantea con urgencia: Salud: falta de medicamentos en las unidades sanitarias y en el CAPS, y escasez de métodos anticonceptivos. Medio ambiente: el impacto del basural a cielo abierto, aunque reconoce el trabajo “impecable” en la recolección domiciliaria. Vivienda y empleo: el déficit habitacional y la necesidad de generar empleo genuino que permita a los jóvenes insertarse en el mercado laboral al terminar la secundaria. “Los chicos egresan y tienen muy pocas oportunidades. No hay mano de obra suficiente ni empresas que garanticen fuentes de trabajo, y eso se traduce en frustración y migración”, reflexiona. Función legislativa y visión política Durante su paso por el Concejo, Orono presentó diversos proyectos orientados a mejorar la vida de la comunidad. Su objetivo, asegura, es seguir trabajando en iniciativas viables, incluso aquellas que no requieren grandes recursos económicos, pero sí compromiso político. Para ella, la responsabilidad de integrar una lista es indelegable: “Si uno presta su nombre, tiene que estar dispuesto a trabajar. No se trata de figurar en una boleta para sumar votos. El compromiso debe ser real, con respeto y convicción”, enfatiza. En cuanto a su mirada política, Orono coloca la lealtad y las convicciones como ejes de su accionar, aunque deja en claro que la demanda de los vecinos está siempre en primer lugar. “Soy parte de un partido y respondo a él, pero si tengo que poner en la balanza, priorizo la voz de la gente. A veces la respuesta puede ser positiva o negativa, pero el vecino merece siempre una respuesta”, remarca. Una apuesta a la continuidad De cara a un nuevo período, Albertina Orono reafirma su voluntad de seguir aportando desde el Concejo Deliberante. Lo hace con la certeza de que la política, lejos de ser un espacio de privilegio, debe ser la herramienta que conecte las necesidades de la comunidad con soluciones concretas. “Se trata de trabajar en equipo, de escuchar, de transformar esas demandas en proyectos y de sostener la palabra con hechos. Esa es la única manera de honrar la confianza de los vecinos”, concluye.