115 (Adolfo R. Gorosito, 2021) – El termino PAS (Persona de Alta Sensibilidad) fue acuñado por la doctora Elaine Aron (estadounidense, investigadora en Psicología, autora de varios libros sobre el temperamento y las relaciones interpersonales), refiriéndose a las personas que se caracterizan por su sensibilidad extrema y ven el mundo con más intensidad. Cuando Elaine Aron se hizo consciente de su manera de percibir el mundo descubrió que otras personas comparten este rasgo de “alta sensibilidad”. La alta sensibilidad tiene sus luces, sombras y alto costo en salud. Percibir el mundo con mayor intensidad incluye aspectos negativos y positivos. Una persona altamente sensible disfruta más de la vida. Disfruta más de sus viajes de placer, pero también sufre el doble que los demás con las situaciones adversas, como la pandemia que desde hace más de un año conmueve y enluta al mundo. Nos pesa este tiempo colmado de noticias sobre muertes, contagios, personas y sociedades arruinadas. Es fácil imaginar lo que estos factores influyen emocionalmente en las personas altamente sensibles. Estudios realizados en la Universidad de Columbia Británica hablan de una posible causa genética en las PAS. La alta sensibilidad es un rasgo de la personalidad. Son personas observadoras, con clara inclinación por al arte, la música y la escritura, elevada empatía, alta emocionalidad, personas que entienden el mundo desde lo colaborativo y no desde lo competitivo. Podemos agregar que las condiciones adversas, duras y hasta crueles en las que vive la mayoría de la humanidad preparan el campo propicio para que las personas de alta sensibilidad aporten sus cuotas de solidaridad y amor al prójimo.