32 (Adolfo R. Gorosito, 2018) Desde hace mucho tiempo hablamos del derecho natural a una vida digna. En esa dignidad destaca la capacidad de vivir por medios propios y no depender de los demás ante necesidades esenciales. La prolongación de la vida es un hecho comprobado. Adhiero con fervor al último concepto del informe de Moisés Schapira, director del Centro de Excelencia para Adultos, que he leído: “Los abuelos tienen que encontrar motivación y actividades. Es fundamental para la salud. Hay más de 2000 mayores de 100 años en la provincia. El número de centenarios pasó de 542 (enero 2001) a 2060 en la actualidad. Según proyecciones, para el 2040 serán más de 15.000. En nuestra provincia hay 405.000 personas de entre 80 y 90 años. En 1970 los habitantes con 60 años o más representaban el 7% del total; ahora el índice está en 10,5%. Según la Organización Mundial de la Salud el 50% de los chicos nacidos desde 2010 superará los 100 años en el próximo siglo ¿Cómo será entonces la vida “de yapa”? La sociedad en su conjunto debe promover acciones para que esa prolongación resulte de calidad. La fórmula es proteínas y actividad física, dice el Dr. Schapira. En nuestra provincia se inició un proyecto de evaluación en 38 hospitales públicos. Es necesario hacer ejercicios desde joven: caminar, subir escaleras y andar en bicicleta, son algunos de los consejos básicos. En el Hospital especializado en Gerontología “Pironio” (de Rauch) se procura dejar de lado los medicamentos en los tratamientos. “Hay pacientes que durante años tomaron hasta cinco o seis fármacos todos los días. Con abordajes alternativos y terapias complementarias se pueden reducir al 50% sin resentir la salud”, aseguró la directora del establecimiento, y agregó: “Los abuelos tienen que encontrar motivación y actividades. Es fundamental para la salud”.