(Adolfo R. Gorosito. octubre 2025 – El fallecimiento tronchó la vida de Julio Cesar Gachetegui, cuando estaba en la plenitud de una carrera artística en excepcionales condiciones de realidad y perspectivas. Era motivo de orgullo en nuestra comunidad, que de tanto en tanto se enteraba de alguna obra escultórica que viajaba desde Gonzales Chaves hacia destinos de niveles superiores. En esta expresión de recuerdo y admiración con intención de homenaje en el “Día de la Madre” me refiero a la escultura que el artista chavense tituló ·DETENTE”.
Expone la escena plena de triste verdad, reflejando uno de los tantos resultados de la crueldad humana, con la ternura y el amor que las buenas madres inspiran Sobre todo la elección de los personajes para extraer de esa obra una respuesta incontrastable: la mujer apenas cubierta de harapos y con su bebé en brazos, anteponiendo la vulnerabilidad de su cuerpo pata evitar que la fuerza bruta le hiciera daño a su pequeño. Patético ademán de extrema defensa procurando tomar distancia de esa fuerza colosal.
Otras obras de Julio César Gachetegui ofrecen su testimonio de sensibilidad y amor filial. Más aún, exaltan su admiración inextinguible ante la maravillosa facultad de dar vida y defenderla hasta el extremo de exponer la propia. Expone su horror y valentía en el imaginario grito ¡DETENTE! como vano argumento ante el avance implacable de la locura humana llamada GUERRA.