40 (Adolfo R. Gorosito, noviembre 2020) – Conocemos la capacidad de la gente de campo para afrontar situaciones difíciles, o para encontrar solución a problemas que perturban su labor. Mucha veces hablamos o escribimos sobre la terea específica en control de los enemigos de los cultivos, y comprendemos que los rociados aéreos o terrestres son necesarios y cumplen su misión química en directa relación con la tierra. También hemos reiterado sobre los problemas que ocasiona esa actividad de control, si no se cumplen indicadores de tiempo y distancia, o si no se tiene en cuenta la influencia del viento, que puede favorecer o entorpecer esa fase de la acción agrícola. La flora autóctona también influye en contra de la siembra productora y ahí se reclama el buen uso de los productos químicos que destruyen la maleza y protegen la buena semilla. La fauna se resiente y lo podemos comprobar repasando la realidad de nuestra región en cuanto especies que vemos menos o que directamente ya no vemos. Siempre quedan secuelas y los apicultores lo comprueban. Más control contra las plagas y menos posibilidades de vida y trabajo para las abejas. Los productores rurales, patrones u obreros, observan detalles que escapan a quienes intentamos decir o escribir desde el pueblo. Según un dicho popular chino “el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede percibir al otro lado del planeta, porque todo se relaciona con la Naturaleza”. La mariposa simboliza equilibrio y paz. Dejémonos hamacar por la fantasía y al mismo tiempo seamos prácticos para afrontar el caos del mundo actual.