2 El próximo domingo 31 de agosto, La Paz Chica será sede del Duatlón Cine Club Colón, una carrera que une pedestrismo y ciclismo entre los senderos y paisajes del paraje La Paz Chica. En una localidad de Roque Pérez, ubicada a 135 km de CABA, el domingo se realizará un encuentro que une naturaleza, historia y deporte. Nada mejor que descubrir muchos de sus paisajes camperos y conocer los rincones más lindos del Partido que a pie y este fin de semana el Duatlón Cine Club Colón es la excusa perfecta para una escapada de fin de semana que incluya gastronomía local y deportes a full. Las inscripciones para participar del Duatlón Cine Club Colón, que tendrá lugar el próximo domingo 31 de agosto, están abiertas y para hacerlo hay que llenar el siguiente formulario: https://docs.google.com/forms/d/1PhjXWDVvmnLicTP3Gr8AATsZZ3y6CaxCH_F8CRSk52I/viewform?pli=1&pli=1&edit_requested=true De acuerdo con lo informado por la Dirección de Deportes y Recreación del Municipio de Roque Pérez, a cargo de Horacio Tossi, la largada de la competencia está prevista para las 11 horas, desde el histórico Cine Club Colón, en el tradicional paraje La Paz Chica, un entorno rural que combina paisajes campestres con memoria cultural. El Duatlón estará compuesto por tres etapas: 4 kilómetros de pedestrismo, 20 kilómetros de ciclismo y un tramo final de 4 kilómetros de pedestrismo. El costo para participar de la competencia es de $ 5.000 para categoría Individuales; y de $ 8.000 para categoría Postas. Quienes deseen participar, deberán realizar una transferencia al siguiente alias: voley.femenino.rp (cuenta bancaria del Voley Club Sarmiento, CBU: 0000003100054977075213), enviando el comprobante de pago al número 2227616539, con el nombre del o los participantes. Cabe destacar que la actividad dará puntaje para las olimpiadas municipales. Cine Club Colón: la recuperación del esplendor En el corazón de la tranquilidad y la vida pueblerina del paraje La Paz Chica se encuentra el Cine Club Colón, con su frente clásico y colorido, su patio abierto y unas puertas que invitan a cruzarlas sin prisa. El edificio es un testigo de la memoria de Roque Pérez, un espacio donde la historia y la vida cotidiana se entrelazan y donde cada ladrillo parece guardar los ecos de risas, aplausos y melodías que llenaron su interior durante casi un siglo. El sueño comenzó a tomar forma en 1934, cuando los primeros colonos italianos de Ancona -recién llegados a estas tierras tras un breve paso por Lobos- quisieron traer consigo la cultura de su ciudad natal. Fue Jerónimo Coltrinari, junto al dibujante Rómulo Mazzaglioni y el constructor Mangalardo, quienes concibieron un refugio donde la música, el cine y el teatro conviven con la rusticidad del Paraje La Paz, sus calles de tierra y la calidez de sus pocos habitantes. Desde aquel 20 de septiembre, el Colón se convirtió en teatro, salón de baile, cine y lugar de encuentros que trascendían lo cotidiano: domas, carreras cuadreras, festejos escolares, casamientos y banquetes se mezclaban con el murmullo del río Salado y el susurro del viento en las lagunas. A lo largo de los años vivió sus ciclos de plenitud pero también de abandono. Durante tres décadas fue el corazón cultural del pueblo, y aunque cerró sus puertas al cine, su esencia permaneció latente. Pero en los años ´80, un grupo de mujeres encabezado por Nely Albanese intentó revivirlo, y finalmente, hacia 2012, el Municipio, con vecinos y especialistas, inició la reconstrucción que lo devolvería a la vida, conservando su estructura original de ladrillos a la vista, pero adaptando el espacio para que continuara siendo centro de la actividad social y cultural de la región. Hoy, el Cine Club Colón se yergue como patrimonio histórico y cultural, un refugio de la memoria viva de Roque Pérez. Sus paredes nos recuerdan que la cultura no es solo un recuerdo, sino un puente que conecta generaciones con tradiciones culturales campestres. Roque Pérez, un páramo de tranquilidad y vida campestre A poco más de 135 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, Roque Pérez aparece como un refugio de serenidad y paisajes campestres. Este rincón bonaerense, limitado por partidos históricos como Lobos, Monte y Saladillo, invita a los visitantes a redescubrir las raíces del campo en un entorno donde la llanura infinita todavía conserva su pulso más genuino. La historia late en cada rincón de la localidad: desde la habilitación de la estación del Ferrocarril del Oeste en 1884, pasando por la autonomía conseguida en 1913, hasta convertirse en cabecera de partido gracias al empuje de sus pobladores. El espíritu pionero de hombres como Juan Espelosín, quien donó tierras para que llegara el tren, y la decisión de bautizar al pueblo en honor al doctor José Roque Pérez, dan cuenta de una comunidad que se forjó a base de sacrificio, visión y un fuerte sentido de pertenencia. Hoy, recorrer Roque Pérez es también viajar en el tiempo. El antiguo Complejo del Ferrocarril, con su galpón reciclado en espacio de arte y memoria, revive el esplendor de los trenes que marcaron el ritmo de la región. La casa natal de Juan Domingo Perón, conservada con sencillez y autenticidad, ofrece un acercamiento íntimo a la vida del tres veces presidente argentino. Y en el paraje La Paz, el mítico almacén de Ramos Generales —erigido en 1859— sigue recibiendo visitantes con la calidez de un pasado que parece no desvanecerse. Todo esto hace de Roque Pérez un destino ideal para quienes buscan una pausa del vértigo urbano, un sitio donde los días transcurren entre caminatas por la llanura, degustaciones de la más pura gastronomía criolla y la posibilidad de sumergirse en una historia que aún se respira en las calles y parajes. Porque una escapada a Roque Pérez no es solo una escapada: es la oportunidad de conectar con la identidad bonaerense en su forma más auténtica.