3 “Hay cosas que se hacen, pero se necesitan más recursos, más personal y una política penal clara” La entrevista fue realizada a fines del mes de abril en la redacción del diario La Voz del Pueblo de Tres Arroyos, donde el Dr. Juan Carlos Ustarroz, Ayudante Fiscal de Gonzales Chaves, habló sobre su trayectoria, los desafíos que enfrenta el sistema judicial en la región, el fenómeno del narcotráfico y el rol que cumple la fiscalía en la investigación penal. Con un tono franco, reconoció lo que se ha logrado, pero también lo que falta por hacer. —Después de haber ejercido en el ámbito privado, ¿por qué decidió dedicarse a la investigación penal pública? —Yo trabajé varios años como abogado particular, incluso hice algo de penal privado, pero la verdad es que lo que siempre me interesó fue el trabajo penal público. Me gusta estar del otro lado, en la función de investigar delitos. El servicio a la comunidad que uno puede brindar desde lo público me parece más gratificante. Lo que hacemos no es solo aplicar la ley: muchas veces también ayudamos a resolver conflictos, acompañamos a víctimas y buscamos justicia en situaciones muy difíciles. —¿A qué cargo aspira hoy? —Hoy estoy concursando para fiscal en Tres Arroyos y en Bahía Blanca. Pero Tres Arroyos me entusiasma particularmente. Es una de las ciudades más lindas del país, con un tamaño humano ideal, y muy buena calidad de vida. De hecho, tengo mi vida armada en la zona: vivo en Chaves, invertí acá, tengo vínculos personales y profesionales. Pero Tres Arroyos tiene un potencial enorme, y también grandes necesidades en términos judiciales. Por eso me interesa mucho ese cargo. —¿No lo tienta otro tipo de puesto dentro del Poder Judicial, como un juzgado? —La verdad, no. Yo no concursaría para ser juez de garantías, ni juez correccional, ni nada parecido. No me veo encerrado en un despacho firmando resoluciones todo el día. Me gusta la investigación, el contacto con la policía, el trabajo de calle. Me gusta ir a un accidente, ver la escena, hablar con los testigos, tomar decisiones rápidas. Ese dinamismo es lo que me motiva. Incluso con los años, es lo que me mantiene activo. —En lo personal, ¿cómo ve la estructura judicial en Tres Arroyos? —Hace falta reforzarla, sin duda. En Tres Arroyos, por ejemplo, el Dr. Gabriel Lopazzo ha estado cubriendo hasta tres fiscalías a la vez. Es muchísimo trabajo, y no se puede sostener en el tiempo. Es una carga muy grande para una sola persona. Además, hace años que no tenemos un juez de garantías titular, lo que genera inestabilidad: cada juez subrogante tiene su propio criterio, y eso puede dificultar la tarea de las fiscalías. Es urgente que se cubran esas vacantes. —¿Y en cuanto al rol de la Ayudantía Fiscal de Chaves? —Acá en Chaves trabajamos bien, aunque con recursos limitados. Tenemos una buena relación con la policía local, y tratamos de dar respuestas a todas las denuncias. Pero nos falta estructura. No tenemos, por ejemplo, una DDI (Dirección Departamental de Investigaciones), ni una fiscalía especializada en estupefacientes. Hemos pedido varias veces la creación de una subdelegación de drogas ilícitas en la región. Ojalá se concrete pronto, porque es una herramienta fundamental para combatir el narcotráfico. —¿Qué opinión le merece el fenómeno de la droga en la región? —Es un problema muy serio. Solo con la persecución policial no alcanza. Se necesita un enfoque integral que incluya prevención, educación, trabajo. Hay una romantización muy peligrosa del consumo de drogas, especialmente de la marihuana. Pero yo veo todos los días los efectos reales: delitos, robos, accidentes, muertes. Y muchas veces todo comienza con el consumo. Hay un lobby fuerte a nivel nacional que quiere minimizar este tema, pero no podemos mirar para otro lado. —¿Cuál es el enfoque de la fiscalía frente al narcomenudeo? —Estamos muy limitados. Bajás a un vendedor y a los tres días lo reemplaza otro. Por eso tratamos de derivar los casos al fuero federal cuando hay elementos suficientes. En muchos casos, sabemos que la droga viene de Mar del Plata o de Bahía Blanca. Pero investigar eso requiere mucho más que una denuncia: se necesita trabajo de inteligencia, seguimientos, observación. Y para eso hace falta gente capacitada, recursos y tiempo. En Chaves y en Tres Arroyos hay personal muy capaz, pero necesitan apoyo. —¿Ha mejorado algo en términos de seguridad? —Sí, hay cosas que se han hecho bien. La fiscalía de género, por ejemplo, fue un gran avance. La Dra. Ramos ha realizado un trabajo muy serio en esa área. El sistema de cámaras también ha sido una buena herramienta, aunque hay que mantenerlo y actualizarlo constantemente. Pero, de nuevo, muchas veces el problema no es local. Necesitamos que desde el Consejo de la Magistratura y desde la Gobernación se nombren jueces y fiscales. Sin eso, todo lo demás queda a mitad de camino. —¿Qué opina sobre el acceso de la prensa a la información judicial? —Nosotros tenemos que ajustarnos a los lineamientos del Ministerio Público. No podemos dar nombres si no hay una acusación formal o una orden de detención. Y en casos de violencia de género o delitos sexuales, somos todavía más cautelosos. La prioridad es proteger a la víctima. A veces parece que hay diferencias entre lo que se informa en Chaves y en Tres Arroyos, pero en realidad todos seguimos los mismos protocolos. Lo que cambia es la dinámica de trabajo y la cantidad de personal. Acá en Chaves, por ejemplo, estoy solo, así que muchas veces la información se canaliza por otros medios. —¿Cree que la justicia local está cerca de la comunidad? —En muchos casos sí, pero podríamos estar mucho más cerca. La justicia tiene que ser comprensible, accesible. Y también tiene que dar respuestas. Si la gente denuncia y no pasa nada, pierde la confianza. Por eso es tan importante que se cubran los cargos, que se mejoren las condiciones de trabajo, y que se escuche a quienes estamos en el territorio todos los días. Hay vocación, hay compromiso, pero necesitamos herramientas.