Escritores Locales FRASES DE “JAVIER COSTA” Andres29/10/2017042 views (Adolfo R. Gorosito, 2017) – Entre los proyectos que de tanto en tanto repaso y “retoco” en atención a alguna probable edición, está el que a priori he titulado “Epistolario con Emilio Novas”. Les explico que don Emilio Novas fue un gran amigo personal y mi maestro en cuanto al periodismo escrito. Nos visitó en varias oportunidades entre 1971 y 1986, y se sentía cómodo en el ambiente chavense. Escribía para varios medios capitalinos y del Interior del país; también incursionaba en la literatura, y al fallecer (junio de 1995 a los 87 años de edad) tenía prácticamente listo para imprimir su trabajo titulado “Historia del Café Rioplatense”, en alusión a ese hábito de los amigos porteños en concentrarse para pergeñar un comentario, o simplemente reunirse y discutir sobre acontecimientos de la Gran Ciudad (¡o arreglar el mundo”, por qué no!). Uno de esos seudónimos fue “Javier Costa”, y respaldadas por esa firma de fantasía en 1986 me envió una carta con las siguientes frases: – “Retórica es la hiedra que asfixia las ideas. // En la mesa del trabajador intelectual desaparecido… quedó apagada su máquina de escribir. // Los gorriones de la noticia picotean en el teclado de Adolfo Rubén. // La luna nace de la arboleda y muere entre esos cirios que son los cipreses. // Desde el cardo hasta la rosa, las flores perduran en María Elena Lleral, apreciada pintora chavense. Después de ella se redescubren. // Un cardo de María Elena es una copla azul. Como las que brotan del pensamiento fugaz, limpitas como un ojo y tan sencillas que su mejor adorno es no tener ninguno. // El melancólico es un ser sin sol. // La virtud tiene que brotar de la plenitud, no de la impotencia. // A los que vivieron por y para la Gran Vida no se les llora. Se reirían de nosotros. // “Abuelo Pedro” (tango chavense) es homenaje al inmigrante italiano modelado por la música de Armando Salgueiro y la letra de Lino Garda. // Necesitamos ejemplos que no se pueda llevar el viento como las hojas en el otoño”. Soy un “cosechero de frases que considero trascendentes”, las que sin apartarse de las realidades cotidianas son mensajes imperecederos, y están a disposición del que piensa y escribe, para ilustrar el sendero que el lector busca, a veces con lógica premura, otras por simple delectación.