Hoy es el Día de la Enfermera: un homenaje al corazón que sostiene cada guardia

Hoy, 21 de noviembre, celebramos el Día de la Enfermera, una fecha que invita a detenernos y reconocer a quienes han elegido una profesión donde el cuidado del otro no es solo una tarea, sino una forma de entregar humanidad todos los días.

Ser enfermera o enfermero es abrazar una vocación que exige presencia incluso cuando el cansancio pesa, que pide fortaleza en momentos difíciles y que, aun así, siempre encuentra espacio para una palabra de alivio, una mirada tranquila o una mano que acompaña. No hay descanso fácil, no hay horarios que alcancen: hay turnos extensos, madrugadas silenciosas, urgencias imprevistas y una entrega que muchas veces permanece invisible, aunque sostenga vidas.

En cada sala, en cada consultorio, en cada pasillo de un hospital o centro de salud, hay profesionales que se vuelven sostén, guía y contención. Personas que renuncian a momentos personales, que reorganizan su vida familiar, que postergan horas de sueño y que, aun así, regresan al día siguiente con la misma convicción: cuidar a quien lo necesita.

Esta nota está dedicada, con especial gratitud, a las y los enfermeros de Adolfo Gonzales Chaves, quienes día tras día honran su trabajo con compromiso profundo y un sentido humano invaluable. Pero también es un reconocimiento para cada enfermera y enfermero del país, de cada rincón, porque el gesto de cuidar trasciende fronteras.

Gracias por ser el puente entre el dolor y la esperanza.
Gracias por humanizar el sistema de salud con sus manos, su paciencia y su empatía.
Gracias por estar cuando nadie más puede, por sostener en silencio y acompañar en cada proceso, desde la llegada de una nueva vida hasta la despedida más dolorosa.

Hoy celebramos su labor, su sacrificio y su enorme aporte a la comunidad.
Hoy honramos su vocación, su dedicación y la nobleza con la que ejercen cada día.

Feliz Día de la Enfermera.
A todas y todos, gracias por cuidar.