INMIGRANTES, PROTAGONISTAS DEL AGRO

(Adolfo R. Gorosito, 2019) –  José Andrés Christiansen, productor agropecuario (Tres Arroyos), escribió “Recuerdos de ayer contados hoy”, excelente estampa de otro tiempo bonaerense.

– “A comienzos del siglo XX se usaban arados de rejas tirados por caballos. Cada chacra tenía entre 80 y 100 caballos. Para cultivar 200 hectáreas en promedio se necesitaban tres arados. Se alimentaba a los caballos con el heno cortado con guadañadora e hilerado, se cargaba en chatas y se hacían las parvas. Los caballos significaban apoyo irreemplazable.

La trilladora, instalada en lugar adecuado, tenía una turbina que separaba el trigo de la paja, Previamente se pasaba  por el lote la engavilladora se juntaban las gavillas  en grupos equidistantes. El trigo se cortaba un poco verde y terminaba de madurar en las  gavillas. Después se cargaban las gavillas en chatas y se llevaban hasta la trilladora. El grano se embolsaba y se hacían las estibas. La paja iba a la era. En la época de cosecha trabajaban treinta o cuarenta personas en cada chacra. Había que caminar todo el día sobre el rastrojo. Se armaba una cocina al lado de la trilladora.

            Después de 1930 llegaron las cosechadoras que trillaban el trigo en planta. Eran tiradas por ocho  o diez caballos, una persona los manejaba, otra embolsaba y cosía cada bolsa del trigo obtenido. En grupos de a siete u ocho se las dejaba caer en el rastrojo. Los primeros tractores tenían ruedas de hierro con orugas. Ya no eran necesarios tantos caballos, pero el tiempo para el laboreo no disminuía demasiado. Estos recuerdos permiten conocer o recordar aspectos de la vida  rural en los primeros años del siglo XX para hacer de la tierra una fuente generadora de alimentos”. //  Las tareas rurales se han modernizado en gran forma. La participación de los inmigrantes es absolutamente significativa para el campo argentino.