30 (Adolfo R. Gorosito, abril 2019) – Jorge Fontevecchia es periodista, de amplia y fecunda trayectoria. Estudió en la Universidad Argentina de la Empresa, es director-propietario del Diario Perfil. En la edición del 21 de abril publicó su artículo “La grieta, gran responsabilidad”. Extraigo para este breve comentario el siguiente párrafo: -“Nuestra artrosis política consiste en seguir haciendo lo mismo cambiando caras y temas. Nuestro problema es de inteligencia emocional. La grieta es producto del narcisismo, necesidad de construir una identidad remarcando diferencias. Miedo a fusionarse con el otro y diluirse, como los adolescentes que, con su ego aún frágil, sobreactúan los comportamientos de la tribu a la que desean pertenecer, obteniendo un placer autocrítico. Un nosotros sesgado y parcial propio del miedo y la falta de seguridad”. En su meduloso texto que refleja deducciones de prestigiosos sicoanalistas (Freud, por ejemplo) creí oportuno exponer mi modesto pensamiento sobre uno de los motivos de desavenencia y permanente recelo que vivimos entre argentinos. Grieta cívica que resulta contradictoria, Imaginemos una gran multitud que asiste a determinado espectáculo artístico o futbolístico., Es muy probable que cada individuo concurrente apruebe y aplauda, coincidiendo en ese punto con la mayoría de los concurrentes. Al momento de la disgregación cada individuo seguirá en su vida con la posición política y moral que lo identifica, habiendo encontrado en el espectáculo una pausa en esa posición antagónica que fue simple puente de interrelación con el resto, pausa dramáticamente breve, por supuesto.