Escritores Locales LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACION Andres12/03/2017040 views (Adolfo R. Gorosito, 2017) – Deseo compartir con ustedes el extracto de un artículo que publicó antes de finalizar 2016 el relator deportivo y periodista Mario Daniel Sábato: – “Quiero felicitar al alumno Marito porque no le ha robado los útiles a su compañero de banco” – Ninguna de mis maestras de mi escuela en Santos Lugares me dijo algo así. Ser honesto no era un mérito sino una obligación. Mi país, devastado por los corruptos y que perdona a los elegantes corruptores de siempre, se parece a los parques de diversiones, con sus espejos deformantes que causan gracia a los visitantes. También nos pasa ahora. solo que los espejos no son deformantes, y nos reflejan como somos, cómicos para los demás, patéticos para nosotros. Si fuimos grandes alguna vez fue por la excelencia de nuestra educación pública. Todos éramos iguales, pobres y ricos. Los guardapolvos blancos nos indicaban que teníamos los mismos derechos. La directora vivía enfrente de la escuela, su casa era una de las más importantes del barrio, y sabíamos que una maestra es tan importante como un médico. La peor enfermedad, la de la ignorancia, es crónica. No me conmueve la tristeza de un jugador de fútbol aunque sea argentino y el mejor del mundo. Me gusta verlo jugar, y hasta me simpatiza. Pero no me enternecen sus lágrimas, aunque sean sinceras. Este muchacho cobra 27 millones de pesos por mes por patear una pelota. Y una maestra que nos hizo saber que es bueno ser una buena persona, debe sobrevivir con algo así como 8.000 pesos mensuales. Eso sí que me hace lagrimear. No es un seleccionado de fútbol lo que nos va a salvar de los espejos deformantes. Es la educación. Pocas cosas son tan peligrosas como olvidar lo que debería ser obvio”. Hasta aquí la síntesis del texto. En nuestro país se ha registrado una vez más la manifestación pública de un malestar repetido, entre reclamos de gremios de la Educación y la aplicación de criterios económicos del Gobierno que evidentemente no conforman. En medio del desconcierto que esta situación provoca, cierro mi nota de hoy con porcentajes y cifras que preocupan: 25% de chicos argentinos no terminan el ciclo Primario: 50% de adolescentes no terminan el ciclo Secundario; 1.400.000 jóvenes argentinos no estudian ni trabajan; el asombroso avance tecnológico amplía inexorablemente la brecha entre los que pueden acceden a ese ritmo mágico y los que quedarán rezagados, indefectiblemente, por no poder subir al tren del progreso intelectual.