45 (Adolfo R. Gorosito, julio 2017) – Los invito a dejar de lado – al menos por un rato – los grises e invasores pensamientos sobre sospechas, impunidad, criminalidad, costos de vida, virajes políticos, reacomodamiento e incertidumbre (entre muchos otros “ítems” conocidos), para recrearnos en algo mucho más sencillo como es una modesta anécdota. Es ampliamente conocida ésta de los dos amigos que meditaban sobre presente y futuro, sentados ante una mesa de bar y compartiendo una botella de vino, con el presunto jugo de uva que llegaba hasta la mitad del recipiente: – “Nos queda solamente medio litro” – dijo uno de ellos. – “Fijate bien, pues todavía tenemos medio litro! – aseguró el otro. Lo que estaban viviendo puede trasladarse a mil y una circunstancias de la vida, importantes o no. Entre en juego el criterio de cada persona, y el motivo central de cada conjetura se desplaza, adquiere relevancia o se pierde entre temas triviales. Nos puede ocurrir ahora, cotejando lo que ya se agotó y lo que aún nos falta en el calendario anual.. Ya transcurrieron los primeros seis meses y alguien o muchos, sin faltar a la verdad, podrán decir “Los primeros seis meses del año ya son parte de la historia de cada uno, del pueblo, el país y el mundo”. Pero otros acudirán en actitud solidaria o de simple crítica, afirmando que “todavía quedan seis meses hasta que el 2017 finalice”. Implícitamente le estamos dando razón a la trillada frase “La única verdad es la realidad”. Cuando comentamos alguna noticia sobre actividades infantiles o juveniles, con los protagonistas insertos en sus respectivas categorías de acuerdo a fechas de nacimiento, nos damos cuenta de muchas cosas. Por ejemplo la celeridad del Tiempo. En cartas a viejos y queridos amigos – coincidiendo en haber nacido en la primera parte del siglo XX – les suelo recordar que en realidad somos intrusos del siglo XXI, incluyendo el carácter inaugural de tercer milenio. Porque cuando éramos niños o adolescentes se hablaba con mucha aprehensión sobre el fin del siglo, y desde la nebulosa que acompaña a la falta de conocimientos muchos aseguraban que no se llegaría al año 2000 porque habría de producirse el fin del mundo. Pasaron muchas cosas, se sucedieron grandes acontecimientos se cumplieron vaticinios y se repiten pronósticos funestos. Es importante creer en una reacción favorable del Homo Sapiens como ser pensante. No olvidemos “que aún queda medio litro”… digo “medio año” a recorrer. Que lo mejor de cada uno de nosotros sea carta de presentación optimista, como para tejer un futuro de paz y progreso como posibilidad inmediata, partícula de vida.