184 (Adolfo R. Gorosito, septiembre 2022) – Les cuento por quĆ© se me ocurre esta asociación de ideas: primavera y amanecer. Cada amanecer permite aspirar el aire puro de la esperanza ante el dĆa que despunta. Y porque la primavera inspira a artistasĀ de todas las vertientes, que implĆcitamente coinciden en el simbolismo entre la llamada āmejor estación del aƱoā y motiva de votos en la urna universal del optimismo. Claro que es posible una visión menos romĆ”ntica: percibir un amanecer cargado de nubes ominosas, o una primavera en la que abundan dĆas frĆos y ventosos, como para arruinar el programa ideal entre humanidad y naturaleza. Todo esto puede ocurrir, atentando contra el ideal de la belleza y la felicidad. MĆ”s de una vez he recurrido a esta frase estimulante,Ā cuyo autor no conozco: āAbrĆ la ventana esta maƱana y vi que un nuevo dĆa me estaba esperandoā. ĀæSe le ocurre al estimadoĀ lector algo mĆ”s almibarado? Sin embargo tenemos oportunidades repetidas para alimentar la buena fe, aunque parezca una definición absurda. La primavera suele ser representada por hermosas jóvenes danzando en incomparable escenario colmado de flores e iluminado por el sol. Pero los ancianos tambiĆ©n pueden compartir ese cuadro esplendoroso,Ā desde la visión realista de quien tiene en alto concepto cada instante de vida, porque la vida es Ćŗnica e irrepetible Ā”NiƱos, jóvenes y adultos podemos compartir el obsequio de la esperanza, ante la llegada de otra Primavera!