“LA VUELTA DEL PERRO”

 (Adolfo R. Gorosito,  octubre 2025) – Así como recordábamos la supresión de los servicios ferroviarios, hoy traemos a colación una costumbre que daba lugar al acercamiento y confirmación de vecinos de todas las edades y de todos los barrios, y al mismo tiempo se reafirmaban rasgos de la idiosincrasia característica de pueblos del interior.

      Se trata del paseo en torno a la plaza principal o en determinada cuadra de calle céntrica, y a tal recorrido se lo llamaba ·La vuelta del perro”, aludiendo al instinto del fiel canino que siempre gira en torno a sí mismo para dormir mejor en el rincón elegido.

      “La vuelta del perro” era así un motivo de entretenimiento en cada anochecer, quizás porque así parecía más romántico o porque favorecía algunas deserciones estratégicas, y en tal caso la necesidad de saber más creaba un clima explicable de dudas y expectativas infundadas o no, vaya a saberse.   

      Todos los diálogos mecidos por la música que se expandía en el lugar, y el anuncio de la última canción advertía también que “la vuelta del perro” finalizaba un capítulo más de la modesta costumbre pueblerina.