¡LIBERTAD, LIBARTAD, LIBERTAD!

Adolfo R. Gorosito, 2016) – Hoy me limito a transcribir una nota del periodista e historiador argentino Omar López Matto publicada en “Notiar.com” el 2 de junio del año pasado. Es un excelente aporte a Mayo y su significado histórico. Como luchador en pro de la síntesis, admiro la capacidad del autor para reseñar datos precisos (que en gran parte son primicias), invitar a la reflexión ciudadana y a formular conclusiones que nos retornan al estricto presente histórico. Veamos:

– “Hablamos de la Primera Junta, obviando que el 24 de Mayo de 1810 se formó la primerísima Junta, que presidió el ex virrey Cisneros. Tal fue reacción popular, pero los edictos publicados fueron destruidos violentamente por los asistentes. No hubo uniformidad de intenciones entre los integrantes de dicha Junta. Vicente López y Planes dijo haber encontrado a Mariano Moreno muy asustado, temiendo la sanción de los españoles. Fue Moreno el promotor del fusilamiento de Liniers, y de no ser detenido por Saavedra también se hubiese cobrado la vida de Cisneros.

La Revolución de Mayo fue una mezcla de idealismo, intereses, conveniencias personales, “panquequismo” y odios. Nacimos como colonia contrabandista con elasticidad ética dentro del imperio más corrupto en la historia de la humanidad. Esa elasticidad permite que seamos un país federal con gobierno unitario que co-participa si tiene ganas y le conviene

Estas disyuntivas impidieron a los proto-argentinos ponerse de acuerdo por muchos años, marcados por guerras civiles y desacuerdos sobre la Constitución que habría de regir nuestros destinos. Nuestra ambivalencia permitió que la bandera española ondease sobre el Fuerte hasta 1815. Hasta 1820 se discutió si íbamos a ser república o monarquía.  La sucesión de gobiernos patrios (Junta Grande, Triunviratos, Directorios, Presidencias, Congresos y Anarquías) es reflejo del problema  que era gobernar nuestra patria naciente”.

Celebramos el 25 de Mayo olvidando que las consignas de ¡Libertad, Libertad, Libertad! no solo se referían a principios individuales sino también comerciales. No se quejaban del maltrato español. Los criollos y españoles de alto vuelo económico querían hacer negocios por su cuenta, especialmente con Inglaterra.

En síntesis, el dictamen de la historia de los recientes  años dependerá del dictamen de los jueces. Como hubo un Nunca Más para los excesos en la represión del Estado, debemos hacer un Nunca más por los delitos de corrupción. De eso depende el futuro de nuestra nación”.