68 Ayer domingo se celebró en Buenos Aires, en el Parque Roca, una carrera de 30 kilómetros que reunió a más de 3.500 corredores. Este evento, conocido por su desafiante distancia, es considerado crucial para aquellos que entrenan para maratones de 42 kilómetros, ya que los 30 kilómetros representan el punto crítico en una carrera de larga distancia. Es en este punto donde los corredores experimentan una fatiga extrema y un marcado descenso en el rendimiento, agotando todos sus recursos. Más allá de este límite, los corredores dependen de su fuerza de voluntad, corazón y alma para completar los 12 kilómetros restantes. Lidia Mascioni fue una de las participantes destacadas en esta competencia. Sin embargo, para ella, el objetivo no era alcanzar un tiempo específico o una marca, sino demostrar constancia, disciplina y la capacidad de cumplir con los objetivos que se ha propuesto a través del entrenamiento y el sacrificio. Lidia no solo es corredora; es una apasionada del running que ha sabido equilibrar esta pasión con su vida diaria, llena de responsabilidades laborales y familiares. Con una planificación cuidadosa, ha logrado cumplir con las metas que se ha impuesto, demostrando que la constancia y el esfuerzo son clave para alcanzar cualquier objetivo. Este año, Lidia ha participado en diversas competencias, incluyendo un duatlón y la carrera de la mujer en Necochea. También ha completado los 21 kilómetros de Salta, los 30 kilómetros de Buenos Aires y los 42 kilómetros de Mar del Plata. Con medio año aún por delante, Lidia continúa planificando nuevas metas, siempre con la misma dedicación y pasión que la han llevado a donde está hoy. Para Lidia, el running no es solo un deporte, sino una forma de vida que le permite desafiarse a sí misma, superarse y disfrutar de cada kilómetro recorrido.