Escritores Locales QUÉ MAÑANA LA MAÑANA!… Andres05/03/2017044 views (Adolfo R. Gorosito, febrero 2017) – En la mañana de un lunes reciente aparecía el sol entre nubes en retirada La lluvia era un hecho positivo tras larga y nerviosa espera. Mientras tomaba unos mates conecté el televisor, y de pronto desbordó en la pantalla una horrenda tragedia ocurrida en Hurlingham pocas horas antes: un individuo de 45 años había asesinado a su ex mujer y otros cinco familiares de esa primera víctima. Un drama y sus consecuencias como noticia flamante y contundente que fue, obviamente, motivo de consternación y de comentarios de toda índole. Continuidad de la dramática serie de femicidios… ¡y mucho más! Procurando alivio al impacto emocional busqué un Canal generoso en informes sobre la Naturaleza, datos e imágenes que nos reconcilian con el mundo. Presentaban una nota periodística con Guillermo Roux, pintor argentino de larga y fecunda trayectoria en el Arte, internacionalmente famoso, reiteradamente distinguido en nuestro país. A los 87 años de edad y con su salud definitivamente quebrantada contaba sobre su vida y obra. Explicó que si interrumpe su sueño a cualquier hora de la noche o de la madrugada se sienta en la cama, toma sus elementos y bosqueja en un cuaderno su figura reflejada en un amplio espejo ubicado enfrente, Explica así esta reiterada situación: – “Esta forma de auto-retrato me permite apreciar el paso del tiempo y al mismo tiempo creo dejar un testimonio de Vida”. Asombroso contraste en noticias muy diferentes, captadas en un lapso absolutamente breve. Podríamos consignar muchos ejemplos, y coincidir en esa confusión de sensaciones ante realidades de las que somos partícipes día a día. Así surgió de pronto el título de nuestra nota: – “¡Qué mañana la mañana!”, ese instante singular del día que inspiró a quien cierta vez escribió: – “Abrí de pronto MI ventana y me di cuenta que la mañana me estaba esperando”. Profundamente agradecidos por percibir la luz, los primeros sonidos, la caricia de la brisa matutina. Pero siempre nos sorprenden los contrastes trágicos, inevitables en la vorágine de los hechos que los grandes medios manejan con solvencia y espectacularidad..