36 (Adolfo R. Gorosito, 2018) – Compartamos esta lectura. Es un comentario de Omar Arguello (Periodista, diario Perfil, Capital Federal, el 2 de junio reciente: “Conocí el mundo de la pobreza mucho antes de estudiar sociología; y desde ese conocimiento empírico afirmo que nada es más justo que luchar contra las condiciones de vida inhumanas de millones de compatriotas. Pero ¿cuál es el tipo de lucha acertado para alcanzar estos objetivos? Premisas elementales indican que la pobreza es la contracara de la riqueza, y que en lo estructural no se puede distribuir lo que no se ha generado. De las mismas deberíamos deducir que para combatir la pobreza no hay mejor estrategia que incrementar la producción de riqueza, la que debe distribuirse equitativamente. Frente a estas ideas elementales la dirigencia populista y de izquierda propone… ¡Combatir al Capital!, como el tipo de lucha que propone nuestra dirigencia populista y de izquierda radicalizada: ¡Combatir al capital!”. En realidad es una consigna retrógrada que fue rechazada por el mismo Marx (Karl Marx, prusiano, 1818/1883, filósofo, economista, propulsor del socialismo científico), y confirmó el primer ministro socialista Manuel Valls ante el parlamento francés, al afirmar que la riqueza y el empleo los crea la empresa privada. El gobierno de China lo ha entendido así, e incorpora el capital privado al plan de expansión comercial que el mundo conoce”. Nuestro comentario es simple invitación a reflexionar. A los auténticos trabajadores les sale caro incorporarse a marchas de protesta. Es cierto que por el corrimiento del dólar se desvaloriza nuestra moneda. Se ha dicho desde altas esferas políticas y económicas que la exportación de nuestros productos es argumento suficiente para lograr equilibrio entre lo que se compra y se vende. Después de la serie interminable de déficit comercial y de tantos años de indecisiones oficiales y privadas… ¡Bienvenida sea la decisión que al mismo tiempo impulse la producción genuina de nuestro país!