47 (Adolfo R. Gorosito, 2018)) – Ante alguna barrabasada con consecuencias ingratas para algunos o para muchos, el autor (o autores) suelen decir “que no fue intención molestar ni ofender a nadie”, algo así como error circunstancial. Al fin y al cabo errar es humano. Quien no hace nada en positivo difícilmente se equivoque. Puede equivocarse quien hace algo. Pero estamos entrando en el campo de comentarios facilistas. Deseo referirme a la intención como concepto, proponiendo un cotejo de opiniones que seguramente nuestros lectores sabrán aprovechar. Leí recientemente algo del Dr. Deepak Chopra (Médico, escritor y conferencista nacido en 1947 en Nueva Delhi) quien suele disertar o escribir sobre espiritualidad y el poder de la mente humana. En artículo escrito en el año anterior escribió que en el antiguo texto conocido como “Upanishad” (Así se llama cada uno de más de 200 libros sagrados hinduistas escritos en sánscrito entre el Siglo VII antes de Cristo y el Siglo XX de nuestra Era) se lee esta frase: – “Tú eres lo que tu deseo más profundo es. Como es tu deseo es tu intención, como es tu intención es tu voluntad, como es tu voluntad son tus actos… y como son tus actos es tu destino”. El mismo científico explicó en el artículo de referencia: – “La intención es una forma de satisfacer una necesidad, ya sea de objetos materiales, de una relación, de una realización especial o de amor. Si lo pudiste concretar es lógico que te sientas feliz o realizado”. // Tal vez sea demasiado audaz el ser humano para conferirle tanto poder de acción a la simple intención, según el citado autor afirma: que “es una forma de satisfacer una necesidad”. Los acontecimientos que exponen nuestras realidades (personales y de la sociedad) permiten objetar, porque sería demasiado fácil encontrar solución a los frecuentes problemas humanos con nuestra simple intención.