(Adolfo R. Gorosito, febrero 2025) – En nuestras eventuales lecturas solemos avanzar rápidamente, tantas veces sin prestar la debida atención, y se nos escurren palabras o frases que por su valor pueden enriquecer nuestros proyectos periodísticos o narrativos.
Y no siempre se trata de frases que fueron pronunciadas o escritas por personajes famosos sino de pensadores anónimos que invitan a la reflexión. Por ejemplo este párrafo que por suerte rescaté y considero imperdible:
“Ver el amanecer me recuerda lo afortunado que soy, al comenzar otro día de luz en mi existencia, percibiendo los detalles naturales que tantas veces pasan desapercibidos”.
Enseguida nos damos cuenta que esa frase es una de tanta otras que vuelan en el cielo imaginario de la emoción, aunque sea ante cosas tan sencillas como el gorjeo de los pájaros, el mugido de un toro a la distancia, o las voces de niños que juegan en la cercanía.
Se materializan así las sensaciones que emanan de los hechos simples, a los que nos incorporamos cada mañana, ya con plan de tareas puesto a punto entre sueños de madrugada.
Cada amanecer en salud y predisposición de lucha por la vida significa continuidad, y de esa continuidad podemos y debemos estar agradecidos.