3 Conmovido, indignado y con el corazón en la mano, Isaías Sasiain expresó en un video en vivo su furia y desconsuelo ante la falta de entrega de las donaciones para los damnificados por la catástrofe en Bahía Blanca. “¿Qué están esperando?” pregunta con la voz quebrada por la impotencia. Tres camiones repletos de ropa, alimentos y colchones llegaron el domingo al Centro de Comunicaciones 181. Todo parecía en orden, los camiones del Ejército estaban listos para repartir… pero la ayuda sigue sin llegar a quienes lo perdieron todo. La imagen es desgarradora: familias enteras sobreviviendo entre el barro, con ropa empapada, sin agua, sin comida. Cinco días sin comer. Mientras tanto, la mercadería está retenida y quienes deberían estar organizando la distribución solo toman notas en un cuaderno. “¿Qué anotan? ¿Qué esperan?” Isaías no entiende cómo es posible que, mientras el país entero se moviliza para enviar ayuda, los damnificados sigan en el abandono. “No es momento de política, ni de la buena ni de la mala. Es momento de ayudar.” Cada minuto que pasa sin que esas donaciones lleguen es un golpe más para quienes ya lo perdieron todo. Mientras tanto, la clase política se sacó la foto el fin de semana, pero nadie se metió en el barro, nadie sintió el frío de la noche a la intemperie. “Hay colchones, hay ropa, hay agua, hay comida. ¿Por qué no se entrega? ¿Qué están esperando?” La desesperación de Isaías es la de todos los que han dado sin dudar, con el corazón en la mano, confiando en que la ayuda llegaría a quienes la necesitan. Desde todas partes del país siguen saliendo camiones y colectivos con más donaciones. “No hay excusas. Señor intendente, dé la orden. ¡La gente no puede esperar más!” Que el dolor no se convierta en olvido. Que la ayuda llegue YA. 🙏 ¿Van a usar la solidaridad de la gente para las elecciones o van a entregar la ayuda de inmediato? La indignación crece en Bahía Blanca. Mientras familias enteras llevan días sin agua, sin comida y sin un techo seco donde refugiarse, toneladas de donaciones siguen retenidas. La gente dio sin dudar, con el corazón en la mano, pero la ayuda no llega a quienes más la necesitan. Isaías Sasiain lo dijo sin vueltas: “No es momento de hacer política, ni de la buena ni de la mala. Es momento de ayudar.” Pero la pregunta que duele es otra: ¿están esperando el momento justo para salir con pecheras del gobierno y hacer campaña con la miseria ajena? Las imágenes hablan por sí solas. Camiones repletos de alimentos, colchones y ropa que podrían aliviar el sufrimiento de miles de personas, pero que siguen sin ser entregados. Mientras tanto, la desesperación crece. Cinco días sin comer. Cinco días sin agua. El país entero se movilizó para ayudar. Ahora la pregunta es: ¿van a dejar que la solidaridad llegue a la gente o van a convertir el dolor en un acto de propaganda electoral? Señor intendente, dé la orden. La gente no puede esperar.
