24 (Adolfo R. Gorosito, febrero 2019 – Contacto: argorosito@eternt.cc) – Cierto wenstern se titula “Demasiado oro para uno”. Ese título vino a mente cuando leí un informe de Diario Perfil (lunes 21 de enero 2019), según el cual las veinte (20) personas más ricas del mundo concentran más del 50% de la riqueza mundial”. Recurro a datos estadísticos y en la pantalla aparece la impresionante cifra “siete mil seiscientos setenta y cuatro millones quinientos noventa y siete mil sesenta y siete personas”. El crecimiento poblacional es espectacular, y los números demuestran su constante movimiento. La cifra resultante permite apreciar la crueldad del reparto de los recursos para la subsistencia humana. No pretendo promocionar ideas políticas que combate el punto de referencia para el estado social, económico y político llamado estabalishment, pero el informe nos hace pensar. Como siempre, procuro invitar a cotejar y compartir. Eltema nos da la pauta en cuestión de mayorías, y además podemos tener alguna idea de la infinitud de la codicia, indiferente ante las necesidades del resto del mundo. Los individuos luchan, estudian y trabajan para mejorar en sus posiciones, y ahí se miden las posibilidades de cada uno. Es lógico que así sea porque el ser humano está hecho para mirar hacia adelante, persiguiendo tenazmente al horizonte, que tiene fama de utopía. Nos queda la oportunidad de repasar cifras, para ahondar amarguras o resignaciones, y rogar que a la élite de “mega-ricos” llegue también cierta dosis de cordura y solidaridad. Mientras tanto la codicia y la profundidad de la tragedia de las masas nos animan a escarbar informes sobre este ingrato asunto.
