99 Veterinarios como garantes de salud: su rol en la cadena productiva La inocuidad de los alimentos tambiĆ©n forma parte de las incumbencias de los veterinarios. En la Semana de la Lucha contra la Triquinosis, desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires continuamos resaltando la importancia del control en la cadena de producción alimenticia. A principios de 2022, el Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense resolvió que cada aƱo, durante la tercera semana de mayo, se realicen acciones de difusión y capacitación de la Lucha contra la Triquinosis en todo el territorio provincial. En este marco, el CVPBA estĆ” trabajando en visibilizar y concientizar sobre esta enfermedad, su prevención y control. Por ello, resulta indispensable resaltar el rol que tiene el mĆ©dico veterinario, quien garantiza la inocuidad de la carne porcina y sus derivados. La Triquinosis es una enfermedad parasitaria causada por las larvas y parĆ”sitos adultos de nematodes del gĆ©nero Trichinella spp, que afecta al ser humano, mamĆferos domĆ©sticos, silvestres, aves y reptiles. Se trata de una zoonosis que se transmite a los seres humanos de modo accidental por la ingestión de carne o derivados cĆ”rnicos que contienen larvas musculares viables de Trichinella ssp. En el ser humano los signos tĆpicos de la enfermedad son: Signos intestinales: preceden a la fiebre y a las mialgias y desaparecen en menos de unaĀ semana. Son provocados por la colonización parasitaria en el intestino. Puede aparecerĀ diarrea de distinta intensidad, con presencia de moco, que no llega a ser hemorrĆ”gica. Fiebre: Uno de los signos mĆ”s tempranos. Al dĆa 9 o 10 post infección, hay un bruscoĀ aumento de la temperatura, que llega a 39 ā 40 ° C y se mantiene hasta 3 semanas enĀ casos graves. Edema facial y periorbitarioritario Ā es un signo tĆpico que depende de la intensidadĀ de la infección y respuesta del huĆ©sped. Es simĆ©trico y se desvanece rĆ”pidamente alĀ comenzar el tratamiento. Mialgias: El dolor muscular es proporcional a la intensidad de la infección. PuedenĀ afectarse varios grupos musculares, siendo los principales los del tronco y miembros. Otros: Puede haber lesiones hemorrĆ”gicas conjuntivales o en lechos ungueales a causaĀ de una vasculitis. TambiĆ©n se puede observar erupciones en la piel. Ā En los animales la enfermedad es asintomĆ”tica y la causa la principal causa de contagio estĆ” relacionada a los cerdos alimentados con desperdicios o restos de alimentos, mala higiene de los establecimientos que favorece la presencia de roedores, principal vector de la enfermedad.Ā Se trata de una enfermedad endĆ©mica en nuestro paĆs, donde la aparición de casos en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, La Pampa y RĆo Negro suele ser habitual. En este contexto, la prevención y el trabajo mancomunado son fundamentales. Los veterinarios, como agentes de salud, son los responsables de garantizar las buenas prĆ”cticas dentro de la cadena de producción porcina, interactuando con todos los actores que la conforman. Esta parasitosis puede prevenirse si contemplamos medidas sencillas, de fĆ”cil adopción, que compartimos a continuación: Para el consumidor: Consumir carne y productos cĆ”rnicos controlados sanitariamente que proceden de establecimientos autorizados en los que se realiza sistemĆ”ticamente el anĆ”lisis de triquinaĀ enĀ cerdos Verificar que tengan un rótulo o etiqueta que certifique su origen y la aprobación de los controles correspondientes. Cocinar la carne hasta que se alcancen en el interior de las piezas temperaturas como mĆnimo de 80 grados duranteĀ unosĀ minutos. La sal, el ahumado o la cocción de microondas no matan el parĆ”sito. No consumir carne de animales silvestres sin el anĆ”lisis bromatológico correspondiente. Ante la presencia de sĆntomas de la enfermedad, luego de consumir productos de dudosa procedencia, dirigirse inmediatamente a un centro de salud. Para los productores: ā¢Mantener los establecimientos en buenas condiciones higiĆ©nicas. ā¢Combatir los roedores ā¢Eliminar la basura ā¢Alimentar adecuadamente a los animales. ā¢Analizar una muestra de carne de cada animal mediante la prueba de Digestión EnzimĆ”tica. Desde el Colegio de MĆ©dicos Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires queremos convocar a toda la sociedad, pero fundamentalmente a los involucrados en la producción de carne porcina, chacinados y embutidos, a considerar e incorporar las medidas de prevención y control de esta parasitosis que todos los aƱos ocasiona brotes epidĆ©micos en humanos, enfermando en ocasiones a personas de todas las edades. Desde la comisión de Inocuidad Alimentaria del CVPBA,Ā manifiestan que āel rol del veterinario abarca desde la producción del cerdo, observando las adecuadas condiciones de bioseguridad (que contempla instalaciones, ambiente, sanidad, alimentación), la faena, control bromatológico, el diagnóstico de esta enfermedad parasitaria a travĆ©s del anĆ”lisis de digestión enzimĆ”tica en un laboratorio habilitado, certificando que la carne no contiene triquina y que se encuentra en condiciones de ser apta para consumo humano. En todo el proceso productivo, de faena y elaboración de embutidos y derivados se debe contar con un profesional veterinario matriculado, para garantizar alimentos inocuos y seguros para consumo humanoā. A todos nuestros colegas, los invitamos a que sigan trabajando con el compromiso mostrado hasta ahora y los convocamos a redoblar esfuerzos, en pos de que la figura del veterinario siga obteniendo el reconocimiento que se merece, algo que sin dudas ya hemos comenzado a cosechar con la declaración de interĆ©s sanitario hacia nuestra actividad por parte del Ministerio de Salud nacional. Nuestro compromiso principal seguirĆ” siendo remarcar la importancia del concepto de Una Salud.