Un agradecimiento desde el corazón

Quiero expresar mi más profundo y sincero agradecimiento al Hospital Anita Eliçagaray, a su directora Gabriela Gil, y a cada uno de los cirujanos que salvaron la vida de mi mamá, Marcela Ibarra.

Gracias de corazón a todo el personal de enfermería, tanto de sala como de terapia intensiva, por su entrega, su profesionalismo y, sobre todo, por la humanidad con la que nos acompañaron en los momentos más difíciles. A las mucamas, gracias por su atención, su respeto y por hacernos sentir contenidos, como en casa, aun en medio del dolor y la incertidumbre.

Fueron días de miedo, de angustia y de la posibilidad de perder a mi mamá. Sin embargo, gracias a Dios y al inmenso compromiso de los excelentes médicos y trabajadores de este hospital, hoy podemos decir que mi mamá está con nosotras.

No hay palabras suficientes para agradecer lo que hicieron por nuestra familia.
Estaré eternamente agradecida.

Eliana Schwedt