VOCABULARIO GROSERO

(Adolfo R. Gorosito, agosto 2025) – Deseo que mis lectores no piensen que quiero dar lecciones de cultura. Más bien se trata de una propuesta de buenas costumbres. Al fin y al cabo sería un paso más en mi estilo de  divulgación.   Me refiero al nivel del “buen decir” que facilita el acceso al conocimiento sin recurrir a golpes bajos. El vocabulario grosero se está incorporando a los medios periodísticos con rapidez asombrosa.

      Hasta en los más conocidos canales de Televisión y a cargo de prestigiosos  periodistas y presentadores. De pronto el responsable de la transmisión de la noticia o del comentario irrumpe con un exabrupto inesperado y en la mayoría de los casos absolutamente evitable. 

      Aparentemente los protagonistas de esos dislates groseros han eludido todo control calidad, si es posible la metáfora. Han quedado en el archivo mayor las posibilidades de control, y las    consecuencias son impredecibles, La corrección en la oralidad es privilegio, también responsabilidad.

      El vocabulario grosero influye para mal en los más jóvenes, porque ellos ven en la pantalla a quienes consideran maestros, dignos de seguir su huella de mayor conocimiento y desarrollo intelectual. Evitemos los malos ejemplos y estemos atentos a la mayoría, que respeta y recrea lo positivo  del idioma español., que es el nuestro,,, el de Cervantes.