143 (Adolfo R. Gorosito/argorosito@eternet.cc) En mis años jóvenes egresé de una Escuela Agropecuaria (Obra de Don Bosco), trabajé en establecimientos rurales y siempre procuré actualizarme en la temática que me convocaba. Algunas circunstancias me permitieron pensar que de seguir en ese terreno habría de mejorar en mis objetivos. Puedo afirmar que la vocación es inalterable, peso a que los propósitos no se hayan cumplido. Poco antes de radicarme en Gonzales Chaves (1959) me desempeñé (en la jurisdicción municipal chavense) como cabañero en Aberdeen Angus (Cabaña Santa Clara, de Zuberbuhler) y tractorista (Estancia “San José” de don Alfredo Berducq), trabajos calificados que alimentaban mi autoestima. Desde diario El Heraldo confirmé mi vocación y fui considerado periodista rural. Fui autor de la columna titulada “El campo y sus cosas”, sumando más de 500 artículos en diez años. Ya en el ejercicio narrativo publiqué tres libros específicos: “El campo y sus cosas” (1994), “El campo, sus cosas y el siglo que se va” (1997) y “Campo Bonaerense” (2002). Diagramé y sostuve programas dedicados al agro regional, en mi función de Corresponsal de Radio Tres Arroyos, cargo que desempeñé entre 1969 y 2004. Amo al campo tradicional y actualizado, responsabilidad de patrones y trabajadores de todos los tiempos, por su capacidad producción básica. De vez en cuando escribo y publico algún relato describiendo paisajes, refiriendo sobre andanzas, satisfacciones y angustias de los protagonistas. La reciente conmemoración del “Día del Periodista” me indujo a evocar perfiles de una vocación trunca pero inextinguible. Gracias y hasta la próxima.