4 Desde su llegada en 2019 al frente del Comando de Prevención Rural, el Comisario César Devincenti consolidó una gestión basada en el trabajo en equipo, la planificación estratégica y el compromiso con la comunidad. Oriundo de San Cayetano, pero nacido en Gonzales Chaves, De Vicenti repasó en una extensa entrevista su trayectoria personal y profesional, los desafíos en materia de seguridad, los avances logrados y el vínculo cercano con los productores rurales. A seis años de su asunción, el índice delictivo en la zona rural es uno de los más bajos de la región, fruto de una labor intensa, meticulosa y articulada. Soy oriundo de la ciudad de San Cayetano, donde he vivido toda mi vida, aunque curiosamente nací en Adolfo Gonzales Chaves, el 2 de diciembre de 1984. Mi familia es un pilar fundamental. Comparto la vida desde hace 18 años con mi esposa, y juntos tenemos un hijo de 5 años que es nuestra mayor alegría. También ocupan un lugar esencial mis padres, Julio César y Graciela Peón, y mis hermanos menores, Luis Mario y Edgar, este último fruto del segundo matrimonio de mi padre. Además, la familia de mi esposa ha sido siempre un gran apoyo y forma parte importante de mi vida. ¿Siempre supiste que querías ser policía? Sí, sin dudas. Mi padre es policía retirado, con 36 años de servicio. Desde chico lo admiraba con su uniforme impecable y lo acompañaba a distintos servicios: partidos de fútbol, carreras, hipódromos, incluso solía visitar seguido la comisaría. Con los años, fui desarrollando un profundo cariño por la institución. El 24 de marzo de 2003 ingresé a la Escuela de Policía Juan Vucetich. Casi dos años después, el 3 de diciembre de 2004, egresé con el título de Técnico Superior en Seguridad Pública y la jerarquía de Oficial Ayudante. ¿Cómo fue tu recorrido profesional desde entonces? Mi primer destino fue el Operativo Sol en Pinamar. Luego de terminar, fui asignado a la Policía de Investigaciones de Necochea, con jurisdicción también en Lobería y San Cayetano. Allí ocupé distintos roles hasta mediados de 2016, cuando decidí pasar a la especialidad rural. Desde ese año y hasta 2019 me desempeñé como Subjefe del Comando de Prevención Rural de San Cayetano. Finalmente, el primero de abril de ese mismo año asumí como jefe del CPR de Adolfo Gonzales Chaves, cargo que ocupo hasta hoy. En enero de 2023 ascendí a la jerarquía de Comisario. ¿Cómo se concretó tu llegada al CPR de Chaves? En San Cayetano veníamos realizando un gran trabajo junto al Comisario Marcos Navarro, quien entonces era el jefe y a quien le agradezco mucho. En marzo de 2019 recibí el llamado del Comisario Mayor Jorge Torreano, de la Superintendencia de Seguridad Rural, quien me propuso hacerme cargo del CPR de Chaves. No lo dudé. Era una oportunidad profesional muy importante, aunque en lo personal representaba un gran desafío: faltaba apenas un mes para el nacimiento de mi hijo. En ese momento, se hallaba como intendente el Dr. Marcelo Santillán, la Secretaría de Seguridad estaba a cargo de Lilian Montes y en la coordinación regional el Comisario Mayor Pablo Fortunato, a quienes también agradezco por la confianza. ¿Tu llegada respondió a hechos de inseguridad rural que ocurrían en el partido? Quienes ocupamos cargos de responsabilidad sabemos que, de algún modo, somos un “fusible”: si las cosas no funcionan, es lógico que haya cambios, aunque también pueden deberse al desgaste natural de una gestión o a una decisión personal, pero prefiero no opinar sobre gestiones anteriores. ¿Por qué crees que la seguridad rural mejoró tanto desde tu llegada? Fue un proceso basado en la planificación, objetivos claros y trabajo constante. Lo primero fue reorganizar internamente la dependencia y conformar un equipo comprometido, algo que resultó fundamental. Luego, aplicamos tanto mis conocimientos y experiencia como los del personal más antiguo para potenciar el desempeño de cada efectivo, asignando a cada uno un rol específico dentro de la estructura. Quienes me conocen saben que soy muy obsesivo con los detalles y exigente en el trabajo, por lo que cada tarea, por mínima que parezca, es planificada y supervisada cuidadosamente. Esa forma de trabajar, sumada al compromiso del equipo, nos permitió alcanzar los resultados que hoy tenemos. Con el tiempo, el sistema se fue ajustando, y hoy podemos decir que contamos con un índice delictivo muy bajo. Sabemos que el delito cero no existe, siempre puede surgir un hecho, pero lo importante es que cada situación que se presenta es abordada de inmediato. En los últimos años, hemos pasado varios meses sin delitos registrados. En lo que va del año, se produjeron tres hechos: un hurto en una vivienda, otro en un equipo de riego y, recientemente, un caso de abigeato. Todos fueron esclarecidos y los autores puestos a disposición de la justicia. También es fundamental el trabajo articulado con dos fiscalías: La Ayudantía Fiscal local, a cargo del Dr. Juan Carlos Ustarroz, que interviene en casos de caza furtiva, tenencia ilegal de armas, conservación de la fauna silvestre (Ley 22.421), hurtos, robos, entre otros. La Fiscalía Temática de Bahía Blanca, que actúa específicamente en los casos de abigeato. Muchas veces interceptamos más de una vez al mismo vehículo en un día. Los conductores, en tono de broma, nos dicen: “¿Otra vez me vas a parar?”, y les respondemos: “Las veces que sea necesario”. Porque nunca sabemos con certeza quién va a bordo. La prevención exige vigilancia constante. Un buen policía, además de ser honesto, capacitado y vocacional, debe ser desconfiado por naturaleza ¿Las cámaras de seguridad municipales son útiles para la prevención y la investigación? Sí, tienen un papel clave. En materia de prevención, los operadores del Centro de Monitoreo comunican a la policía en cuanto advierten delitos o actitudes sospechosas de personas o vehículos, permitiendo una respuesta rápida en el lugar. Por otra parte, muchas investigaciones se resolvieron gracias a los registros de las cámaras municipales. Siempre destaco el trabajo del Centro de Monitoreo local: es uno de los mejores de la zona, cuenta con cámaras de seguridad avanzadas y recibe el mantenimiento adecuado. Además, tiene un encargado forense, algo que no todos poseen, lo cual nos ahorra mucho tiempo. Podemos solicitarle el análisis de ubicaciones y horarios específicos mientras avanzamos en paralelo con otras tareas de la investigación. Posteriormente recibimos la información digital, con su respectiva cadena de custodia, y confeccionamos un fotograma detallado. A diferencia de épocas anteriores, hoy en día en los campos viven pocas personas, los vecinos están muy distantes entre sí y es difícil encontrar testigos presenciales. Además, las franjas horarias de ausencia son más prolongadas que en zonas urbanas, y las huellas pueden borrarse rápidamente por las condiciones climáticas. Por todo esto, las investigaciones rurales son complejas y contar con tecnología es vital. Siempre recomiendo a los productores instalar cámaras privadas: no solo sirven como prueba en caso de delito, sino también como herramienta de control del ganado, del casco o de las maquinarias a distancia. Considerando que las investigaciones rurales son complejas, ¿cómo hicieron para tener un alto porcentaje de delitos esclarecidos en tu gestión? Con muchas horas de trabajo. Hay que entender que nuestro rol es ser auxiliares de la justicia, que en definitiva es la encargada de llevar adelante el plexo probatorio. Desde nuestro lugar, agotamos todos los recursos disponibles para reunir las pruebas necesarias que le permitan al fiscal esclarecer los hechos y llevar a los responsables a un proceso judicial que finalice con una condena. Contamos con un equipo de trabajo muy capacitado, con gran conocimiento del terreno y mucha experiencia, lo que sin dudas marca la diferencia. Además, el avance y el apoyo en tecnología han sido fundamentales para potenciar nuestras capacidades: hoy contamos con herramientas que antes no teníamos, pero por cuestiones obvias no puedo dar detalles. A esto se suma el trabajo articulado con las fiscalías que mencione anteriormente. La comunicación fluida y el compromiso de ambas fiscalías son vitales para lograr resultados concretos y avanzar en cada investigación. En lo personal, mi paso por la Policía de Investigaciones, donde me desempeñé por más de once años, fue muy enriquecedor, ya que me permitió aprender a abordar todo tipo de delitos. Además, quienes me conocen saben que soy bastante meticuloso en cada investigación. ¿Recordas algún caso puntual que haya marcado tu gestión? Cada caso tiene su particularidad. Uno de ellos fue el daño a un silo bolsa del productor Martín Prieto, ocurrido en 2020. En ese momento, se estaban cometiendo hechos similares en distintos puntos del país, por lo que había una fuerte preocupación en el sector agropecuario. Tanto la Municipalidad como Asoprocha solicitaron públicamente el esclarecimiento del hecho. En menos de 48 horas, logramos resolverlo, lo que llevó tranquilidad a los productores y a toda la comunidad. Otro caso significativo fue el del año pasado, cuando detuvimos a dos sujetos por delitos de abigeatos agravados reiterados. Ambos hechos tuvieron repercusión nacional. Actualmente, seguimos trabajando en la investigación de dos casos de abigeato cometidos el año pasado, aunque por cuestiones lógicas no puedo dar mayores detalles en este momento. Su resolución será importante por el tiempo que nos está llevando la investigación debido a su complejidad, pero confío plenamente en que pronto tendremos resultados concretos. ¿Cómo está conformado el CPR y cuáles son sus funciones? Actualmente somos 28 personas, incluyendo a mi segundo jefe, el Oficial Subinspector Maximiliano Spitz, quien me acompaña desde hace 3 años y cumple un rol muy importante en la dependencia. Más de 20 efectivos están asignados específicamente a patrullajes preventivos. También contamos con una unidad investigativa, una oficial de servicio, un mecánico propio y personal administrativo. Un dato para destacar: 26 de los 28 integrantes son locales. Nuestra función principal es garantizar la seguridad de los habitantes y productores rurales. Para ello, trabajamos en la prevención y el combate de delitos o faltas en general, patrullamos los caminos, asistimos a las víctimas, recibimos denuncias, cuidamos los recursos naturales y mantenemos una comunicación constante con la población. Visitamos diariamente los establecimientos rurales, lo que nos permite estar cerca de la comunidad y conocer de primera mano sus inquietudes y necesidades. Orgánicamente, dependemos de la Superintendencia de Seguridad Rural, actualmente a cargo del Superintendente, Comisario General Walter Fernández Mamani. También de la Dirección Operativa Sur, liderada por el Comisario Mayor Fermín Taballa, y de la Coordinación de Zona Rural de Tres Arroyos, a cargo del Comisario Inspector Marcelo Blanco, quien supervisa, además de nuestro Comando, otros cinco C.P.R. de la región. ¿Con cuántos patrulleros cuentan y en qué condiciones están? Disponemos de 6 patrulleros en excelente estado, todos equipados con sistemas de localización para monitorear recorridos y tiempos de patrullaje por parte de la superioridad. En 2022, el gobierno provincial realizó una importante inversión destinada a renovar los móviles rurales. En ese marco, entregamos nuestras unidades que, si bien seguían en funcionamiento, ya superaban los 800.000 kilómetros recorridos, y recibimos cinco Toyota Hilux 4×4, 0 km. El partido de Adolfo Gonzales Chaves abarca 385.916 hectáreas y más de 1.200 kilómetros de caminos. Contar con un mecánico propio y conductores cuidadosos permiten que los móviles estén siempre operativos. También es clave el apoyo del municipio, que, a través de la Secretaría de Seguridad, encabezada por el Dr. Pablo Arévalo, y el área de compras, nos provee los insumos que necesitamos. Tal vez la comunidad no lo sepa, pero las tareas de mantenimiento, refacción de la dependencia y reparación de los móviles las realizamos nosotros mismos, lo que evita generar gastos adicionales a las arcas municipales, permitiendo que esos fondos ahorrados se reinviertan en más recursos para la seguridad rural. Además, quiero destacar un gesto que siempre valoro mucho: más allá del acompañamiento del municipio, hay productores que, reconociendo el esfuerzo y compromiso de nuestro trabajo, nos brindan su apoyo de manera desinteresada con donaciones puntuales, como un aire acondicionado, estufas, pintura, radiadores eléctricos, entre otros. Incluso hace unos días, una productora se comunicó conmigo para donarnos tres sillas ejecutivas nuevas. Son gestos, que nacen del vínculo y la confianza. Hace unos días te reuniste con la Intendenta y el Secretario de Seguridad. ¿Cuál fue el motivo? La reunión fue a pedido de la Intendenta, para agradecer personalmente el trabajo realizado. También aprovechamos para intercambiar ideas y coordinar acciones, como la presencia policial en Juan E. Barra, donde, si bien la jurisdicción corresponde a la comisaría local, nosotros colaboramos con patrullajes. Nos comunicó además la firma del Convenio Marco de Colaboración y Cooperación Tecnológica con el Ministerio de Seguridad de la Provincia, encabezado por el ministro Javier Alonso. El objetivo del convenio es implementar políticas públicas en seguridad, incorporando tecnología con un enfoque preventivo. A su vez, nosotros destacamos el respaldo constante del municipio, que garantiza el mantenimiento de la dependencia y el funcionamiento de los móviles. ¿Cuáles son tus planes profesionales a futuro? Mi objetivo a futuro es continuar avanzando en la carrera profesional, aspirando al próximo grado jerárquico, que en mi caso sería Comisario Inspector. Actualmente, me propongo seguir al frente de la dependencia, trabajando en su mejora constante. Me interesa capacitarme de manera continua, por lo que he realizado diversos cursos, entre ellos los niveles I y II en Seguridad Rural. El año pasado finalicé una Diplomatura en Seguridad Rural en el Instituto Universitario Vucetich. Este año estoy cursando la Diplomatura en Preservación del Lugar del Hecho y Tratamiento de Evidencias. Además, actualmente estoy finalizando la carrera de Licenciatura en Seguridad Ciudadana en la Universidad FASTA, restándome rendir tres finales y presentar la tesis. Estoy convencido de que el policía debe formarse constantemente, especialmente quienes tenemos responsabilidades de conducción, para ser agentes multiplicadores de conocimiento. ¿Qué mensaje les dejarías a los productores rurales? Les pediría que sigan confiando en nuestro trabajo. Estamos siempre a disposición para brindarles seguridad y acompañarlos en todo lo que necesiten. Ante cualquier duda, inquietud, o la presencia de personas o automotores sospechosos en la zona, no duden en comunicarse con nosotros llamando o enviando un WhatsApp al teléfono de la Patrulla: (2983) 524888. El compromiso con la seguridad exige sacrificios personales. ¿Qué te gustaría decirle a tu familia, tus amigos y a los efectivos que te acompañan? Primero, quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todo el personal que me acompaña en el Comando de Prevención Rural de Adolfo Gonzales Chaves. Cada uno de ellos aporta su esfuerzo y compromiso día a día, y no puedo dejar de destacar que, en numerosas ocasiones, han acudido incluso estando de franco, como sucedió durante la pandemia o en el temporal de 2023, ya sea para realizar un allanamiento, colaborar en una investigación o brindar asistencia cuando se los necesitó. Sin su trabajo, dedicación y sentido de pertenencia, nada de lo que hemos logrado hasta hoy sería posible. También quiero agradecer a mi familia: a mi esposa y a mi hijo, que son mi motor diario, y a mis padres que me dieron la oportunidad de estudiar y siempre me apoyaron en este camino. Esta profesión demanda muchísimas horas, días feriados, fines de semana, y sin la comprensión y el amor de ellos sería imposible sostenerlo. Finalmente, a mis amigos de toda la vida. A todos ellos, gracias de corazón.