73 (Adolfo R. Gorosito, agosto 2021) – “Abrí mi ventana esta mañana y vi que el día me estaba esperando”. Esta frase invita a la reflexión con sano optimismo. Ocurren cosas que nublan el cielo de la perspectiva cotidiana, y entonces el optimismo se deshilacha para dar paso a la desazón. Pregunté a un amigo si creía en alguna definición para este laberinto político en el que vivimos los argentinos, y en su respuesta describió motivos de esa confusión. – “No es bueno el pesimismo derrotista si paraliza, pero tampoco el optimismo estúpido si engaña. Más vale mirar y tratar de entender la realidad, que tiene una vereda de sol y otra de sombra. Desde mi pedestre punto de vista, nutrido de noticias producidas en nuestra Argentina y en medios internacionales, charlas con gente avispada y el aderezo de mi interpretación, estamos en un declive tan pronunciado que no podremos elevarnos por varias generaciones. Necesitamos defendernos de la artillería de noticias cotidianas. .Algunos medios se solazan en destacar lo pernicioso y dramático del acontecer cotidiano, pero no culpemos al periodismo sino a la realidad nefasta que afecta a la humanidad en su conjunto”. Abramos la ventana de nuestras convicciones. Abramos la ventana de nuestra curiosidad sana para saber algo o mucho de lo que ocurre a nuestro alrededor, pero apliquemos fórmulas prácticas para ser protagonistas de un presente tan controvertido.