151 De las vacaciones lo que uno más rescata es la posibilidad de recargar energías para enfrentar la rutina de todo el año. Qué pensás de hacerlo en un campo energético a pocos kilómetros de la Capital? Saladillo oculta un secreto entre su frondoso Vivero Municipal, ubicado en Cazón, un pueblito rural que ofrece a sus visitantes el mejor regalo de la época estival: un rincón donde las varas de los árboles flotan y la meditación se hace más profunda. La ciudad tiene espacios verdes que se convierten en verdaderos paraísos ecológicos y a esto le sumamos que, si vas unos días a descansar y te quedas en la base de campamento de Cazón, estás justo enfrente a uno de los lugares más energéticos de la ciudad. Pero eso, lo podés experimentar vos. Cazón es una localidad rural conocida como “el pueblo del millón de árboles”, sus 210 hectáreas conforman el Vivero más grande de la provincia de Buenos Aires. Cuenta con un parque solar, generador de energía no contaminante y renovable. Allí funciona la Base de campamento ubicada a 18 km. del centro saladillense, se accede por Ruta 205 y 6 km de acceso asfaltado. Sus instalaciones se encuentran frente al Vivero Municipal Eduardo Holmberg, donde hay una gran casona antigua que cuenta con cocina, comedor preparado para 60 personas. Dos habitaciones con cuatro camas cuchetas cada una, sanitarios con agua caliente, calefacción a leña, vestuarios con duchas. A esta oferta se le suma una gran arboleda rodeando quinchos y fogones, con luminarias para la noche, lugar de acampe, cancha de fútbol y pileta. La directora de Turismo, Leticia Colás comentó que las instalaciones están disponibles para ser utilizadas por instituciones públicas y privadas, y el arancel es muy accesible “La propuesta está destinada para cualquier persona que desee conectar con el verde y la tranquilidad. Los visitantes locales abonan una tarifa más económica y el turista por tan solo $1.500 puede vivir un día diferente, son precios muy accesibles para este verano. También los visitantes pueden optar por alojarse en la casona por $3.000”, concluyó. Pero el lugar, según cuentan los aficionados a temas energéticos tiene una vibra especial, así también lo manifiesta la profesora de yoga y consultora Ayurveda Alejandra Gorlero, quien realiza meditaciones para turistas y locales, previa reserva, e invita a quienes llegan al lugar a vivir una experiencia distinta. “La base de campamento y el vivero tienen un bosque frondoso, donde lo que se busca es la conexión sensoperceptiva de los visitantes en contacto con la naturaleza. Mi propuesta apunta a brindar un paseo relajado, para vivir una experiencia que los conecte directamente con los sentidos y de esta manera incentivarlos y vivenciar otra conexión aún más profunda. En ese lugar el aire es mucho más limpio, no hay contaminación sonora lo que hace que la experiencia para la salud sea aún más beneficiosa. Estas prácticas, mejoran los estados de depresión, esto está comprobado científicamente, reducen el estrés, la presión arterial, lo que se convierte en una herramienta ideal para desconectarse por un rato de todo. También realizamos caminatas, que benefician el sistema inmune, pero lo más importante es que conectamos con la tierra y la naturaleza de un modo muy profundo. Al finalizar el recorrido quienes desean, pueden hacer una relajación y meditación para sentirse en comunión con el entorno. Hay quienes además optan por hacer baños sonoros con cuencos de cuarzos o tibetanos”, relata Alejandra. Para más info se la puede conectar en @InspiraYogasaladillo Además de esa conexión natural, hay un lugar particular que parece poner en jaque todos los sentidos. Algunos relatos de visitantes y lugareños hablan de una “energía” que desafía las leyes magnéticas y la gravedad, eso lo puede comprobar cualquier persona tomando dos ramas del suelo colocando una sobre otra en forma de “T”, hasta alcanzar un equilibrio que permanece inamovible. Sobre esta experiencia Alejandra dijo que se han hecho pruebas como en el bosque de Miramar y se ha podido determinar que es un lugar energéticamente distinto a otros. El fenómeno se produce específicamente en un sector especial dentro del Vivero. Cazón tiene más viveros que casas. Los turistas se ven atraídos por la belleza natural del pueblo, la sostenibilidad, las energías y las numerosas propuestas que en este último tiempo han ido abriendo, como La Pulpería para comer y el Domo de Cazón, un curioso alojamiento mágico que invita a recargar fuerzas.