24 Durante el año 2024, la Municipalidad de Adolfo Gonzales Chaves implementó una serie de aumentos escalonados al salario básico de los empleados municipales, en un intento por recuperar parte del poder adquisitivo perdido. Estos incrementos se distribuyeron de la siguiente manera: Enero: 30% Febrero: 20% Marzo: 20% Mayo: 20% Julio: 20% (antes del aguinaldo, lo que impactó directamente en su cálculo) Septiembre: 10% Noviembre: 15% En total, los aumentos acumulados alcanzaron un 133%, aplicados exclusivamente al salario básico. Esto se destaca frente a la inflación acumulada en el mismo período, que fue del 76.8% según los índices oficiales. Un problema de fondo: salarios bajos desde años anteriores A pesar del esfuerzo por mejorar los ingresos de los empleados, es fundamental reconocer que los salarios de los trabajadores municipales arrastran una situación de rezago desde hace años. Durante un largo período, no se realizaron los ajustes salariales necesarios, lo que provocó que los sueldos quedaran muy por debajo de lo que se necesita para enfrentar la inflación y el costo de vida actual. Estos aumentos recientes, aunque significativos, buscan compensar una deuda histórica en términos salariales. Si los ajustes hubieran sido más consistentes en años anteriores, hoy la situación sería diferente, y los empleados no enfrentarían la brecha que existe entre sus ingresos y la canasta básica. La falta de aumentos en el pasado ha dejado a muchos trabajadores en una situación de vulnerabilidad económica que no se resuelve de un día para otro. Salario básico vs. bonos: la importancia de una solución sostenible La decisión de aumentar el salario básico en lugar de optar por pagos extraordinarios (bonos) tiene un impacto positivo a largo plazo. Mientras que los bonos pueden ofrecer un alivio momentáneo, no contribuyen a una mejora real y sostenible en la calidad de vida de los empleados. Los aumentos al básico, en cambio, no solo afectan el sueldo mensual, sino también el cálculo del aguinaldo, horas extras y aportes jubilatorios, generando un efecto multiplicador que beneficia a los trabajadores de forma permanente. Por el contrario, los bonos son pagos temporales que, en muchos casos, se consideran “dinero en negro”. Al no formar parte del salario fijo, estos pagos extraordinarios no generan aportes jubilatorios ni se reflejan en los aguinaldos, lo que contribuye a la incertidumbre económica de los empleados, quienes no pueden contar con ese ingreso de forma regular. El desafío de recuperar el poder adquisitivo Aunque los aumentos de este año han sido significativos, los trabajadores municipales todavía enfrentan dificultades para alcanzar un nivel de vida acorde a sus necesidades básicas. La inflación, si bien ha mostrado una leve desaceleración (con un 2.7% en octubre), sigue afectando el poder adquisitivo. Los incrementos actuales, aunque bien orientados, no son suficientes para cubrir completamente la canasta básica, debido al rezago acumulado durante años. La prioridad de la Municipalidad en aumentar el salario básico refleja un compromiso por mejorar las condiciones laborales de forma estructural y duradera. Sin embargo, es claro que aún queda un largo camino por recorrer para lograr que los empleados municipales puedan vivir con dignidad, enfrentando la realidad de un salario históricamente depreciado que hoy necesita ser robustecido.