51 (Adolfo R. Gorosito, 2016) – Un amigo adjuntó a su mensaje este tesoro estético, imperdible circunstancia de vida. Contiene reproducciones de obras del pintor holandés Vincent Van Gogh (1850-1890), quien pese a su singular percepción artística no pudo emerger de azarosa y amarga existencia; la magistral versión de una obra que brota desde el bandoneón de Astor Piazzola (músico argentino; 1921-1992) con su tema “Balada par un loco”); y las notables reflexiones del poeta argentino Jorge Luis Borges (1899-1992). Confluyen para asombrarnos e invitarnos a pensar, tendiendo claros vínculos con nuestras experiencias personales Pese a distancias y tiempos, en la pantalla de la “compu” se relacionan los paisajes que admiró Van Gogh en su Holanda natal, mientras nos deleitamos con la creatividad de Piazzola, vanguardista de la música popular de Buenos Aires; a ellos se une el maestro Borges con frases que copiamos para compartir su nivel y profundidad: – “Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma”. – “Aprende que el amor no solamente significa acostarse con alguien, – “Que los besos no son contrato y los regalos no son promesas”. – “Uno aprende a aceptar sus derrotas con la cabeza en alto y los ojos abiertos, y a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro. –– “Uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores”. – “Y con el tiempo uno comprende que solo quien es capaz de amarnos puede brindarnos la felicidad que deseamos”. – “Con el tiempo también aprendemos que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando durante toda la vida”. – “Con el tiempo aprendemos a construir todos nuestros caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado incierto”. – “Con el tiempo aprendemos que pedir perdón, decir que amamos, que extrañamos que necesitamos o queremos ser amigos, no tiene ningún sentido si lo hacemos delante de una tumba”. Esta es la confluencia de genios: Van Gogh, Piazzola, y Borges, que nos provoca emoción, y obliga cordialmente a agradecer en profundidad la actitud del amigo o amiga remitente.