53 La ConfederaciĆ³n de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa expresa su profunda preocupaciĆ³n y malestar ante la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades, frente a la situaciĆ³n mĆ”s crĆtica que en aƱos enfrentan hoy los productores de leche. Es la industria quien fija precios y plazo. Quien ademĆ”s define e informa al productor, la calidad higiĆ©nica sanitaria y composicional de su producto, no existiendo posibilidad legal de contrastarlo en una instancia arbitral, siendo el productor de leche cruda el mĆ”s vulnerable de los eslabones de la cadena, ya que su producto es perecedero y no puede retenerlo ni estoquearlo, y se ve obligado a āaceptarā. Las asimetrĆas que existen dentro de la cadena lĆ”ctea, en la que el estado, el comercio y la industria ejercen de manera ostensible un poder dominante sobre el de la producciĆ³n primaria, se ven acentuadas hoy por el contexto econĆ³mico, en el que sobresale la devaluaciĆ³n del Ćŗltimo trimestre (y mĆ”s de 100% en lo que va de este aƱo) y tasas de interĆ©s de referencia del orden del 60% que tornan imposible financiar el capital de trabajo necesario para encarar siembras y compra de insumos. Esto en un negocio en el que en promedio, entre el 70 y el 85% de los costos del tambo estĆ”n dolarizados. El contraste con la industria, cuyo principal insumo es la leche, que cayĆ³ un 23,2% en dĆ³lares. El Estado ejerce una presiĆ³n impositiva que en promedio supera el 40% en el producto final que adquiere el consumidor, el comercio y la industria ajustan precios de compra y venta segĆŗn necesiten, pero el tambero sĆ³lo recibe unos pocos pesos de lo pagado en gĆ³ndola. Es clara la necesidad de construir un mercado institucionalizado de leche cruda, que cuente con estandarizaciĆ³n y diferenciaciĆ³n del producto y un verdadero precio de referencia en base a sĆ³lidos, con el objetivo es terminar con esta inequidad en la cadena lĆ”ctea. La aceleraciĆ³n del cierre de establecimientos y el achicamiento progresivo de quienes aĆŗn intentan sobrevivir se traduce en una liquidaciĆ³n de vientres alarmante; el aumento de la venta de vacas en producciĆ³n a frigorĆfico es la antesala de la final decisiĆ³n de salirse del negocio definitivamente. Y ese final se traduce en la pĆ©rdida de dĆ©cadas de inversiĆ³n, historias de vida ligadas al trabajo en el tambo y familias en busca de un nuevo destino hoy mĆ”s incierto que nunca. Hasta que las autoridades competentes no asuman esta realidad, no habrĆ” diagnĆ³stico preciso ni soluciĆ³n real a este problema que en estas horas se torna dramĆ”tico. Y el argumento falaz de que āse trabaja para el largo plazoā no debe confundirnos. Hoy la denominada ācoyunturaā refleja el hecho de que no existe la voluntad polĆtica para abordar las estructurales asimetrĆas manifiestas de la cadena lĆ”ctea. Desde CARBAP, que representa a miles de productores lecheros de las cuencas bonaerenses del oeste, abasto, mar y sierras y del este pampeano, lamentamos el triste transcurrir de polĆticas que poco y nada han generado para encarar las soluciones que imperiosamente necesita el sector. Es hora de empezar a cambiar en serio, si es que de verdad interesa la lecherĆa y su futuro, propiciando medidas concretas y urgentes para detener el cierre de tambos y terminar con esta falta de respaldo a una producciĆ³n tan importante para el paĆs.