Con donaciones para la comunidad y acciones directas dirigidas a los farmacéuticos que “perdieron todo” en la reciente inundación de Bahía Blanca, la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF) dispuso de un operativo especial que incluyó el envío de 27.000 litros de leche que ya fueron distribuidos y también la institución está en tratativas para enviar pañales que serán destinados a adultos mayores y niños. Además, se llevan adelante gestiones con los laboratorios para ofrecer a los farmacéuticos que deben reconstruir sus dispensas y stock “desde cero” un salvataje financiero.
“Llegar con soluciones después de la devastadora inundación en Bahía Blanca nos hace pensar en acciones inmediatas, pero también con colaboraciones más estructurales a mediano y largo plazo. Sabemos de los daños que provoca el agua y cuando se va el panorama es desolador durante un tiempo” explicó el presidente de la FACAF, Miguel Lombardo.
“Hablamos con los laboratorios que producen los medicamentos para que establezcan algunas medidas, un salvataje financiero, para ayudar a las farmacias que lo perdieron todo. Hay farmacias en las que literalmente no quedo nada. Las droguerías que son las encargadas de repartir diariamente los medicamentos también sufrieron las mismas circunstancias, entonces en la cadena de valor del medicamento, reponer en farmacias en las que no han quedado ni las estanterías, será una tarea muy compleja. Y en las droguerías, que también sufrieron daños, lo que pudieron rescatar corre peligro de inutilizarse por la humedad o los cambios de temperatura. Junto con la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales y la Confederación Argentina hemos realizado un relevamiento y los daños en el sector han sido muy importantes” agregó Lombardo.
La sede de la Cámara de Farmacias de la zona que quedó devastada y sin muebles. “No quedaron ni las recetas que se envían a la seguridad social para su cobro, ni borradores de convenios o direcciones de las farmacias, o sea tienen comenzar prácticamente desde cero” dijo el dirigente.
“Nuestros pacientes también están sufriendo lo que dejó esta catástrofe. Por eso hemos resuelto enviar inmediatamente un camión con leche líquida- porque no hay agua potable o segura para preparar en polvo- para nuestros niños anunció Lombardo.
Gracias a estas colaboraciones, la sede de la cámara pudo ponerse de pie nuevamente, para cubrir la demanda sanitaria de la comunidad.