OLAVARRIA: ¿Qué pasa que sigue tan vital y creciendo el virus Covid-19 por nuestra ciudad?

Hoy existe una gama de protocolos – variada y numerosa – que de a poco se pudieron llegar a desarrollar casi todas las actividades: productivas, deportivas, comerciales, etc. A la luz de hoy, muchas retrocedieron o siguen en formas “no autorizadas”.
No se llega a detener a los contagios, es más se podría asegurar que su reproducción y su difusión está en un momento muy vigoroso, con sus consecuencias conocidos por todos, pero creemos oportuno recordarlos:
! ¡Muerte, y no solo de “viejos”
! ¡Muchísimos enfermos que requieren internación en salas de alta complejidad (léase respiradores, salas de covid-19 con sus protocolos específicos, salas de terapias intensivas, etc.)!
! ¡Más personas que deben ser aisladas, ya sea en sus domicilios o centros específicos
! ¡Negocios y empresas que volverán a cerrarse o trabajar fuera de la ley con sus seguros caídos
! ¡y sobre todo lo que está detrás de cada uno de estos ítems, esto es como un iceberg, que solo está a vista una pequeña porción de las consecuencias de este “bicho”
De cada uno de estos podemos extendernos y nos sacaría de foco de lo que queremos transmitir, pero nos referiremos a solo uno, el segundo ítem, llegará o el momento que alguien se encargará de elegir quien vive y quien MUERE, función que creerá delegada por nosotros mismos. Y no me refiero al ámbito sanitario, quizás ellos lleven la carga inhumana, pero detrás otro/s lo decidirá o ya lo decidió.
Ahora, solo tenemos pocos elementos comparativos propios de nuestras limitaciones profesionales, pero ¿quién en este momento maneja mucho mejor la gestión ante el virus?
Es la industria. Y no es que funciona en otro planeta, están radicadas aquí nomas.
¿Y dónde está el secreto del relativo éxito, pero éxito al fin?
1. Se ha reunido mucha información y permanentemente actualizada del comportamiento del agente enfermante, volcándose en los distintos protocolos y normas de seguridad e higiene. Pero siempre teniendo en cuenta que los documentos son elementos cambiantes, modificables y mejorables.
2. Una capacitación/educación permanente formal e “informal” de los que se conoce del virus, sus consecuencias y sobre todo el cuidado que debemos tener, incluido el uso de elementos de protección personal y comportamientos seguros.
3. Y resumiendo, por último, el control de cada etapa de este programa, sobre todo su cumplimiento por parte de cada integrante de la empresa.
Y llegamos a nuestro objetivo, cada una de las etapas del programa – denominémonos hoy Programa Covt-19 – tiene una identidad y una importancia trascendental.
Por lo tanto, a nivel local y social, y por aportes – según para nuestras miradas – parciales, desde los distintos estamentos actuantes, deberíamos trabajar más en el aspecto control.
Si la actividad industrial no hubiese un control visible, permanente, en la implementación y CONTROL de cualquier norma de seguridad, higiene y medio ambiente, en particular hoy sobre el corona virus, no se estaría trabajando.
Razones porque no se cumplen con protocolos, normas, ordenanzas, leyes, etc. son tan numerosas como la cantidad de personas nos encontramos bajo la tutela de estas legislaciones. Todas muy entendibles.
Pero el éxito en la industria está en saber que el cumplimiento estricto es condición de trabajo, cuidarse uno y cuidar al otro es posición sine quanon para seguir trabajando en forma segura en determinado lugar.
¿A nivel social esto se puede implementar sin herir susceptibilidades personales y sectoriales?
SI.
Con algunas condiciones que se nos ocurren desde nuestro pobre sentido común:
1. Analizarlo desde una perspectiva multidisciplinaria, una ciudad tan grande como Olavarría tiene la variedad y el nivel necesario para establecer políticas aplicables y operativas (autoridades municipales y provinciales/nacionales; escuela de medicina (médicos y enfermeras); facultades de ingeniería; facultades de ciencias sociales, incluidos los institutos terciarios; colegios profesionales, estamentos judiciales, etc.). Siempre apoyados y observados para no desviarse de los objetivos propuestos, como corresponde, teniendo en cuenta el factor tiempo – es un tema tan urgente que está por encima de cualquier cuestión partidaria -. No debe distraernos ni un segundo.

2. Establecer un poder fiscal (por decirlo de alguna manera) y delegarlo, también en forma colegiada a un grupo de especialistas (que se puede formar en forma rápida, todo dependiendo del perfil profesional, que obviamente la ciudad los tiene y buenos). Seguramente con una plena involucramiento de los estamentos gubernamentales – policía – jueces – fiscales -. Hasta ahora, surge de los medios que se ha podido desarticular algunos casos de desvíos por el “aviso” – en muchos casos: insistentes – de los vecinos. Quizás esperamos acciones de oficio de las autoridades.

3. Y como siempre, todo el éxito depende de una DESICIÓN POLITICA, independientemente del partido, así como el presidente de Toyota, sin dejar de reconocer a industrias más cercanas,