55 (Adolfo R. Gorosito, enero 2024) – .En mayo de 2011 escribí sobre este tema candente. Desde entonces – o desde antes – seguimos preguntando: ¿Qué parámetros se aplican para renovar los precios de todos los artículos de consumo y de servicio a nivel de góndola? ¿Se aplican las mismas proporciones? ¿Nuestros comerciantes discuten con mayoristas y proveedores estas dudas que nos atrapan? Los sectores de producción tienen sus propios códigos que, en general, superan los controles oficiales. Pero si hace una semana compraste determinada mercadería a 100 pesos y ahora te cuesta 180… hay algo que no cierra. En el interior se sufren más que en Capital Federal los efectos asfixiantes de la inflación. Supongamos que la principal causa de esa diferencia estaría en los costos por transporte desde los centros de producción hasta nuestros pueblos. Pero surge otra pregunta: ¿El precio que se aplica a cada producto es directamente proporcional? La inflación del 2023 llegó al 198 por ciento. En lo que va de enero 2024 se ubica en 40 por ciento. Ya estamos cascoteados sin piedad desde hace tiempo, pero recordamos uno de los dichos del presidente Javier Milei: “El costo de la recuperación económica caerá sobre la casta política y no sobre el pueblo”. Remata con otra categórica definición: “El DNU no se negocia”. Sin embargo la discusión está en auge en la Legislatura Nacional.
