1 Corrían los años 80, en aquel siglo pasado, cuando la inspiración me visitaba con frecuencia. En uno de esos momentos de creatividad, sentí el deseo de rendir homenaje a mi querido padre, Alberto Amancio Lasa, y a todos aquellos hombres que, tras una vida de esfuerzo, alcanzan el merecido descanso de la jubilación. Lamentablemente, mi padre no pudo disfrutar de esa etapa, ya que nos dejó apenas un año antes de obtenerla. Sin embargo, en mi canción le deseo un nuevo comienzo, imaginándolo en paz, dedicando su tiempo a aquellas pequeñas cosas que el trabajo no le permitió hacer. Han pasado más de 40 años desde que compuse este tema, y en aquel entonces, los jubilados gozaban de una situación económica mucho más favorable que la actual. Hoy dejo este humilde homenaje a mi padre y a todos los jubilados, con una versión grabada en Gonzales Chaves a finales del siglo pasado. También es un recuerdo para aquellos vecinos que ya no están, pero que siguen presentes en nuestra memoria.