14 Corre el año 1945. El matrimonio formado por Blanca Bologna y Alberto Lasa ve colmado su mayor sueño: convertirse en padres de mellizos. Así llegamos al mundo Blanca Norma y yo, Ulises Lasa. Fuimos criados con amor por nuestros viejos, quienes, con su ejemplo y guía, nos inculcaron una consigna sencilla y profunda: ser buenas personas. Ellos ya no están con nosotros, pero su recuerdo vive en cada uno de nuestros días. El tiempo pasó. Norma creció y dedicó su vida a la enseñanza, trabajando como maestra en las escuelas de Adolfo Gonzales Chaves y su partido. Más tarde, se casó y se radicó en Neuquén, donde formó una numerosa y hermosa familia. Por mi parte, desde pequeño, alentado por mis padres —amantes de la música—, descubrí mi vocación como cantante. A partir de los 15 años, esta pasión se convirtió en profesión: músico, autor, compositor e intérprete. Durante 40 años recorrí escenarios integrando orquestas de Chaves y más tarde en Comodoro Rivadavia, donde formé parte de la banda del Regimiento 8 y de varios grupos musicales de esa ciudad. El tiempo siguió su marcha. Al acercarse nuestro cumpleaños número 70, Norma me invitó a celebrarlo junto a su familia. Acepté con alegría, y como regalo le compuse un vals muy especial: “Mellizos por siempre”. Lo cantamos juntos en nuestra fiesta aniversario, una noche inolvidable. Hoy, 11 de junio, los mellizos celebramos un año más de vida. ¡Gracias, Señor, por permitirnos llegar hasta aquí! ¡Feliz cumpleaños, Norma!¡Mellizos por siempre!